Los días postelectorales se han notado en la frontera colombo-venezolana. En San Antonio del Táchira y Ureña la economía se vio más estancada y la soledad reinó en la mayoría de los espacios, informa La Nación.
El flujo de gandolas de carga pesada por los puentes disminuyó notablemente. Hubo exportaciones que Colombia paralizó. Así lo hizo saber Yesid Sarmiento, representante aduanero y empresario, quien no envió los pollitos bebés y el alimento concentrado por temor a que algo le pase a la carga o a los vehículos.
El presidente de la Asociación de Aduaneros del Estado Táchira (Asoata), Nelson Urueña, recordó la importancia de que los puentes se mantengan abiertos y que no se altere el dinamismo que se vive a diario por los cuatro pasos formales que unen a Táchira con Norte de San Antonio.
Urueña recalcó que por ningún motivo se puede trastocar la actividad por los tramos binacionales, la cual no solo beneficia al intercambio internacional, sino también a la comunidad en general, al transporte de pasajeros y a los visitantes.
De acuerdo con las estimaciones de la Cámara de Comercio de San Antonio del Táchira, el comercio sigue paralizado en un 90 %. Se teme a que el actual escenario agudice aún más el lado lóbrego de la economía fronteriza.
Alejandrina Ortiz, representante del transporte binacional, abogó por la tranquilidad y paz en frontera con miras a que no se interrumpa el tránsito por los trayectos internacionales, el cual, a su juicio, es vital para los habitantes del eje San Antonio-Ureña.
Los pronósticos en Cúcuta también fueron preocupantes. Según la Federación Nacional de Comerciantes en Norte de Santander (Fenalco), Sergio Palacios, las ventas en Cúcuta bajaron en un 35 % por el poco flujo y venezolanos.
En el terminal de pasajeros de San Antonio, pese a que se mantuvo abierto, hubo poco movimiento de pasajeros y de transportistas. El puerto «está operativo», insistió Delphys Prada, administradora de las instalaciones.
Por: Agencias