El sueco Armand Duplantis, con una victoria sin oposición en la pértiga, siguió agrandando su leyenda con su segundo triunfo olímpico, que logró además con un récord orbital de 6,25 metros, informó EFE.
Ante casi 80.000 personas totalmente entregadas, Duplantis demostró por qué es el mejor saltador con pértiga de la historia. Tras garantizar la presea dorada, trato de deleitar al mundo entero con el intento por batir su récord mundial.
Duplantis llegó a París como plusmarquista mundial con 6,24 metros, un registro que hace años parecía impensable para cualquiera y que, a día de hoy, se ve muy lejano para sus rivales. La prueba es que de los treinta restantes competidores en París solo cinco llegaron a los Juegos superando los seis metros.
El sueco, muy confiado en sí mismo, se reservó lo mejor para cerrar la jornada de atletismo en Saint Denis, de dónde salió aclamado como un verdadero héroe en reconocimiento por la gesta que hizo para asombrar al mundo entero.
Un nuevo récord mundial
Ordenó colocar el listón en 6,25 metros, un centímetro más de la plusmarca que poseía. Lo intentó una vez. No salió. Lo intentó otra. Tampoco. A la tercera, con el estadio aclamándole, inició la carrera, miró hacía arriba, se impulsó con su pértiga y culminó un salto limpio que le hizo entrar en el olimpo de los más grandes atletas de la historia.
Con el récord del mundo llegó el delirio a Saint Denis y el propio Duplantis acudió a celebrar su gesta con los aficionados del fondo dónde saltó. Sus padres, en la grada, con lagrimas en los ojos, disfrutaron orgullosos de su hijo, un prodigio al que a día de hoy no se le conocen limites.
La plata se la colgó el estadounidense Sam Kendricks con 5,95, y el bronce, el griego Emmanouil Karalis con 5,90.
Por: Agencias