El Sevilla ganó por 4-2 a un Granada que nunca se rindió y se afianza en los puestos de Liga de Campeones tras una trabajada remontada que impulsó Diego Carlos al empatar a uno en la primera mitad, luego continuó Lucas Ocampos con el 2-1 y, aunque igualó Víctor Díaz, certificaron Rafa Mir y Papu Gómez en el tiempo añadido.
Darwin Machís
Tras un primer tiempo de claro dominio sevillista, el venezolano Darwin Machís, en un ataque aislado en el ecuador de este periodo, adelantó al Granada, aunque el brasileño Diego Carlos neutralizó poco después su gol.
Y ya en el segundo, el argentino Ocampos remontó con suspense, tras validar su tanto el VAR. Aunque el Granada igualó a dos, Mir y el argentino Papu Gómez amarraron el triunfo en los minutos 93 y 99.
Sevilla y Granada
Se medían dos equipos necesitados, aunque por objetivos muy dispares. El Sevilla, tras cuatro partidos sin ganar (3 empates y una derrota la pasada jornada en el Camp Nou) para afianzar su puesto de ‘Champions’; y el Granada, con un único triunfo en los 12 últimos partidos, para ganar tranquilidad alejándose de la zona de descenso.
El técnico sevillista, Julen Lopetegui, introdujo tres cambios respecto al once de la pasada derrota ante el Barcelona (1-0), con el interior mexicano Jesús ‘Tecatito’ Corona, el punta marroquí Youssef En-Nesyri y el lateral zurdo sueco Ludwig Augustinsson, por el serbio Gudelj, el argentino Erik Lamela y el neerlandés Rekik, este lesionado.
En el Granada, el entrenador Rubén Torrecilla presentó cinco novedades respecto al último empate en casa contra el Rayo (2-2), con el lateral albanés Uzuni, los centrales Víctor Díaz y Raúl Torrente -que se lesionó y fue sustituido sobre el cuarto de hora por Germán Sánchez-, el medio camerunés Yan Eteki y el atacante venezolano Darwin Machís como principal escudero del colombiano Luis Suárez en punta.
El Sevilla comenzó con intensidad este duelo andaluz trascendental, por distintas razones, para ambos, pero siempre le faltó claridad, remate y quizás más ambición. Ya que ante la buena disposición del Granada, muy disciplinado pero poco incisivo, controló el juego, tocando y tocando, aunque sin peligro alguno.
Por: Agencia