domingo, noviembre 24

«El Puente de Londres cayó»: El plan secreto que se activa ahora para despedir a Isabel II

En el Reino Unido todo está medido al milímetro y existe la operación Puente de Londres, que es el plan secreto que se activa una vez que se confirmó la muerte de la reina Isabel II. Se trata de un procedimiento que se extendería durante las semanas posteriores a su fallecimiento y que implicaría a todas las instituciones, fuerzas de seguridad e incluso a los medios de comunicación.

«El puente de Londres cayó» fue la frase que pronunció Edward Young, el secretario privado de la reina para dar la noticia. Y en pocos minutos todos los líderes mundiales serán informados del fallecimiento de la monarca.

Los medios participarán ya desde ese momento en la operación con programas especiales y avisos, cancelando la programación prevista. La BBC tampoco podrá emitir programas de comedia. Además, se lanzarán 41 cañonazos en señal de respeto y empezará también el camino hacia la sucesión.

El aviso también llegará, como una de los primeros receptores, a las agencias de noticias.

La Bolsa también será informada y tendrá que cerrar, tanto tras conocer la noticia como para su funeral de Estado, que tendrá lugar unos 10 días después del fallecimiento.

Será un día de luto en todo el país. Es un protocolo que se aprobó en 1960 y que se ha ido actualizando con los años y Australia, Canadá y Nueva Zelanda tienen sus propios planes, activados en cuanto se comunica el fallecimiento y, eso sí, el Centro de Respuesta Global del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth es el encargado de comunicar la noticia al resto de países de la organización.

La sucesión, en términos legales, se rige por el Acta de Unión (1800), que restableció las previsiones del Acta de Establecimiento de 1701 y la Declaración de derechos.

Tras la muerte, el Consejo de Adhesión se reúne, según lo previsto, en el Palacio de St. James para proclamar al nuevo rey y la Cámara de los Comunes convoca una sesión para que los parlamentarios juren lealtad al nuevo monarca.

Las banderas ondearán a media asta y habrá múltiples avisos tanto en la web de Buckingham como en la entrada del propio Palacio. Además, Carlos tendrá que dirigirse a la nación en un discurso televisado y se guardará un minuto de silencio.

Según la operación Puente de Londres, al morir en Escocia (en la residencia de Balmoral) el responso más inmediato tendría lugar en la catedral de Edimburgo. Carlos (que podría no elegir ese nombre) tendría que iniciar una gira por el resto de países del Reino Unido, con visitas a Edimburgo, Belfast y Cardiff.

Por: Agencia