El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, recibió esta semana una bombona de oxígeno en la investigación del caso de los Papeles Pandora, con el cierre de expediente por la Contraloría y el frenazo en el Parlamento a dos mociones contra él por esos documentos, una de ellas para su destitución.
La favorable evolución de la gestión de Lasso en diciembre a nivel político contrasta con el «septiembre negro» en que se vio bloqueado en la Asamblea Nacional para ejecutar reformas, y un octubre y noviembre a la sombra del escándalo de esos Papeles y la grave crisis carcelaria que ha dejado a lo largo del año cientos de muertos.
«No ha sido fácil, pero el balance del año es muy bueno», dijo a EFE el portavoz del presidente, Carlos Jijón, al referirse a la reactivación económica del país gracias a una masiva vacunación desde mayo y a que «los Papeles de Pandora quedaron en nada».
«No se pudo demostrar que tenía bienes en paraísos fiscales al presentar su candidatura porque no era cierto», sentenció.
Un martes crucial
La Contraloría archivó el pasado martes el expediente tras considerar que no había «elementos objetivos que demuestren» infracción a la ley cuando inscribió su candidatura, refrendando el alegato del presidente de que se había deshecho de ellos de cara a las elecciones, en cumplimiento de una Ley de 2017.
El «match-point» lo obtuvo el mandatario horas después, ese mismo día, al votar el Pleno del Legislativo un informe de investigación redactado por la Comisión de Garantías Constitucionales, la misma ante la que se había negado a comparecer en dos ocasiones por considerarla «un circo político«.
A votación, dos mociones que exigían forzar su comparecencia para dar explicaciones sobre sus bienes y trasladar las conclusiones a los órganos de control y fiscalización del Estado para investigación.
Por: Agencia