Orlando Rodríguez pasó 11 días en medio del Lago de Maracaibo, sin agua ni comida en diciembre de 2002. No era un náufrago. Era un trabajador petrolero que se negó a sumarse al paro por el cual salieron de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) 21 mil miembros de la industria.
Dos décadas después se encuentra entre los jubilados de una empresa que no atiende ninguna de las peticiones de quienes ayudaron a construir un país. Orlando, al igual que 41 mil jubilados de Pdvsa, ve flotar, como la mancha de aceite en el agua del lago, la esperanza de una vejez tranquila.
Hace 20 años lo reconocieron como un héroe. Hoy vive al día. Compra diariamente lo que comen en su casa su esposa, su hijo con discapacidad y él. Como puede, distribuye lo que recibe. “Todo lo que esperé de Pdvsa se esfumó en mentiras y en promesas incumplidas”, comenta el hombre que soporta también la ausencia de dos hijas migrantes.
Rodríguez debería ser uno de los 41 mil jubilados petroleros en recibir 660 dólares mensuales, lo que ubicaría a este veterano entre los mejores pagados de un país donde el salario mínimo ronda los 10 dólares.
Pero no es así aunque las cuentan dan. Esos 660 dólares que jamás recibe Orlando, deberían ser los intereses a cobrar si la empresa a la que le dedicó años de servicio cumpliera con el compromiso de cancelarle el dinero que acumuló en el fondo de pensiones.
Entre los jubilados petroleros se cuentan obreros, personal administrativo, maestros, médicos, enfermeras, técnicos en diferentes áreas, ingenieros, abogados y expertos financieros, entre tantos otros. Pese a la diferencia de profesiones, de puesto en el organigrama de la industria e incluso de edad, enfrentan el mismo problema. La deuda de Pdvsa.
Extraoficialmente, pues no existe otra forma de calcularla debido a la falta de información, los afectados estiman que les adeuda 2.347 millones de dólares, unos 57.243 dólares per cápita.
2015, hace siete años, fue la última vez que conocieron los resultados de una auditoría en la que reflejaban los intereses que el fondo de pensiones mantiene con ellos.
Para este trabajo se revisaron documentos y auditorías a los que tuvo acceso El Pitazo en los que se demuestra que, de acuerdo con la deuda que Pdvsa tiene con los jubilados, el monto del pago por intereses es de 660 dólares.
Esa cantidad es como esa mancha de aceite en el lago. Solo la ven flotar sin posibilidad de agarrarla con las manos, pues les depositan mensualmente, desde el año 2020, el equivalente a cuatro petros que suman alrededor de 100 dólares, después de subastar la criptomoneda creada por el oficialismo.
Otro informe precisa que en un escenario financiero positivo, el fondo de pensiones podría ser sostenible hasta 2032, es decir, 39 años si se cuentan desde el año 2011 en el que se hizo la evaluación.
Ese mismo documento destaca que en caso de que el rendimiento del fondo de pensiones fuera negativo o se mantuviera en cero, podía pagar pensiones y aguinaldos a los jubilados hasta el 2019.
El petróleo es el mejor negocio así sea el peor administrado. Pero los responsables del fondo de pensiones de Pdvsa, rompieron hasta con esta premisa.
Para leer el trabajo completo ingresa a: El Pitazo
Por: Agencia