El Partido Comunista de China (PCC) abrirá el 16 de octubre su 20º Congreso, que debería permitir al presidente Xi Jinping obtener un inédito tercer mandato al frente de la potencia asiática.
La fecha del Congreso, que se celebra cada cinco años, fue anunciada este martes por los medios oficiales chinos.
En el último congreso, en 2017, el PCC incluyó en sus estatutos el «pensamiento» de Xi Jinping sobre «el socialismo con particularidades chinas» en sus estatutos.
Un rango que coloca a Xi, secretario general del PCC desde 2012, en el podio de los fundadores del régimen, junto a Mao Zedong (1893-1976) y Deng Xiaoping (1904-1997).
Unos meses más tarde, China modificó su Constitución para eliminar el límite de dos mandatos presidenciales, ejercido en las últimas décadas por el mismo dirigente que ocupa el cargo de secretario general del PCC.
Una enmienda que abre la vía para que Xi, de 69 años, permanezca al frente de la República Popular de por vida.
El Congreso de octubre debería dar lugar igualmente a una importante remodelación del comité permanente del Buró Político, el poderoso órgano de siete miembros que ostenta el poder real en China.
Según una tradición no escrita, algunos de los actuales miembros de este órgano están llegando a la edad en la que deben retirarse.
El Congreso del PCC, en el que participarán 2.300 delegados, se celebrará en «un momento clave en el que todo el Partido y los grupos étnicos del país están comprometidos con la construcción de un país socialista moderno«, afirmó la cadena estatal CCTV.
Aunque el régimen quiere dar una imagen de unidad, entre bastidores hay muchas rivalidades y el presidente sigue tratando de consolidar su poder, apuntan los analistas.
Retos del comunismo
Desde que Xi Jinping se convirtió en el hombre fuerte de la segunda economía mundial en 2012, más de 1,5 millones de funcionarios fueron sancionados en una campaña masiva contra la corrupción, según datos oficiales.
Los observadores apuntan que esa campaña le sirvió a Xi a desembarazarse de opositores entro del PCC.
El Partido sigue asentado su legitimidad en la mejora del poder adquisitivo de la población, pero el Congreso de octubre llega en un contexto de fuerte desaceleración económica, con un fuerte aumento del desempleo (de casi 20%) entre los jóvenes de 16 a 24 años.
La política de «cero covid«, defendida con uñas y dientes por Xi, es además cada vez más criticada por la opinión pública y sobre todo por los círculos empresariales, alarmados por las amenazas que suponen los confinamientos y el paro de la actividad económica.
Las autoridades están imponiendo confinamientos localizados, exigiendo test PCR cada 72 o 48 horas en algunos lugares y amenazando a los viajeros de regiones en cuarentena cuando se trasladan a otra provincia.
A nivel internacional, los puntos de discordia entre la China de Xi Jinping y su gran rival, Estados Unidos, se han multiplicado: el comercio y la tecnología, el tratamiento de la minoría uigur en Xinjiang, la represión en Hong Kong y las tensiones en torno a Taiwán.
A principios de agosto, China llevó a cabo maniobras militares de una envergadura inédita cerca de la isla, de la que Pekín reclama la soberanía.
Las maniobras fueron un mensaje de firmeza a Washington tras la visita a Taiwán de Nancy Pelosi –presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y tercera figura más importante de la administración del país–, considerada por Pekín como una provocación.
Por: Agencia