Este lunes continúo el proceso de recuperación de los gatos que fueron llevados al Parque Metropolitano del Zulia por parte de varias organizaciones animalistas, que procuran darle las condiciones apropiadas a los felinos que fueron trasladado desde un apartamento en la Villa Bolivariana de San Francisco al lugar.
Las labores emprendidas por las fundaciones pro animales han permitido el rescate de 18 animales las cuales fueron repartidos entre tres organizaciones que tienen la posibilidad de asumir esta nueva responsabilidad mientras encuentran personas que los adopten.
Animalistas recuperan 18 gatos de las instalaciones del Parque Metropolitano del Zulia
La señora Luz Marina Suárez se ha convertido en una aliada fundamental de las organizaciones, porque sus llamados permitieron que se atraparan a los felinos hasta ahora conseguidos.
Movilizada en su silla de ruedas debido a los problemas de movilidad que presenta y con una bolsa con comida los atrae para recuperarlos.
Hoy se sumó a las acciones de nuevo gritando por los espacios abiertos y desolados del parque con el objetivo de encontrar la totalidad de los gatos, los cuales fueron dejados allí por la Alcaldía de San Francisco el pasado jueves.
De nuevo hay personal de la Fundación Gato Feliz, Zuneida Silva Producciones, el Movimiento Vida Animal, la Fundación Todo con Amor, Mapache Ecoaventuras y la Fundación Arca de Noé – Zulia que no descansarán hasta que se consigan todos.
No son animales silvestres
José Sandoval, vocero de la organización Mapache Eco Aventuras, quien se sumó a la labor de búsqueda en el Parque Metropolitano del Zulia, indicó que los gatos no pueden ser considerados como animales silvestres, y dejarlos allí lo considera como un «gravísimo error» y más que un veterinario diga que «dejarlos allí es devolverlos a su área natural».
Aseguró que los gatos entran en la categoría de mascotas, y estar en un entorno como el zoológico los condena a enfermarse y morir, porque pasarán días de hambre, se van a enfermar comiendo, sufrirán de choque térmico, entre otros agravantes.
Sostiene que los gatos en estado natural aprenden a identificar olores y los peligros que tiene su ambiente, y los 38 gatos dejados allí no están preparados para afrontar la nueva experiencia.
Asimismo, expuso que allí hay depredadores que los pueden atacar y a su vez ellos se pueden convertir en elementos que rompan el equilibrio del bosque urbano que está catalogado el Parque Metropolitano.
Por: Edgar Bolívar / Fotos: Lizaura Noriega