jueves, noviembre 21

El Papa denuncia que el Mediterráneo es un gran cementerio para muchos migrantes

El papa Francisco lamentó hoy que actualmente el Mediterráneo es un gran cementerio para muchos migrantes, que además los reciben con hostilidad en tierra, en un videomensaje antes de su viaje a Grecia y Chipre.

«El mar, que a muchos pueblos abraza, con sus puertos abiertos recuerda que los manantiales de la vida conjunta están en la acogida recíproca», afirma el pontífice en el vídeo, publicado hoy, antes de su periplo, que comenzará el 2 de diciembre.

Francisco recordó a aquellos que «en estos años y todavía huyen de guerras y pobreza» y que, cuando llegan a las costas del continente europeo y de otras latitudes, «no hallan hospitalidad sino hostilidad, y son utilizados».

«Son nuestras hermanas y hermanos ¡Cuántos pierden la vida en el mar! Nuestro ‘Mare Nostrum’, el Mediterráneo, es un gran cementerio«, denunció.

El Mediterráneo es un gran cementerio

Francisco definió a Grecia y Chipre como una tierra «bendecida por la historia, la cultura y el Evangelio», verdadero «manantial antiguo de Europa». La primera por su historia clásica, la segunda como «esqueje» de la Tierra Santa en el continente.

Europa, a su juicio, «no puede prescindir» del Mediterráneo, mar en el que las grandes civilizaciones del pasado volcaron sus culturas y que une a tantas tierras, y pidió que los países que lo rodean «no se dividan yendo cada uno por su cuenta», especialmente ahora con la lucha contra la pandemia y la crisis climática.

El papa Francisco ha expresado su deseo de que medio centenar de refugiados en Chipre viajen a Roma gracias a los pasillos humanitarios de la Comunidad de San Egidio como gesto simbólico de su viaje al país el próximo 2 de diciembre, pero la llegada se producirá semanas después de su visita, según confirmaron a EFE fuentes de la Embajada de Chipre ante la Santa Sede.

No sería la primera vez. En abril de 2016 el papa sorprendió al llevarse de Lesbos al Vaticano a una docena de sirios, miembros de tres familias, en un gesto con el que respondía a la pasividad que demostraba Europa a la hora de reubicar a los refugiados atrapados en las islas griegas.

Por Agencia