jueves, noviembre 21

El padre contribuye a la microbiota del bebé en su primer año de vida

La contribución materna a la composición de la microbiota del recién nacido está ampliamente documentada, pero un nuevo estudio ha revelado ahora la significativa influencia paterna en los microorganismos que colonizan el intestino de un bebé, y confirma también que la transferencia de microbiota fecal materna (FMT, por sus siglas en inglés) en bebés nacidos por cesárea puede corregir las alteraciones microbianas comunes en estos recién nacidos.

La investigación es fruto del trabajo de un equipo internacional de investigadores de las Universidades de Wageningen, Helsinki y Trento, en colaboración con la Universidad Pompeu Fabra, el Hospital Universitario de Helsinki, el Instituto Finlandés de Salud y Bienestar, y el Instituto Europeo de Oncología IRCCS, reseñó Webconsultas.

Los fetos poseen tractos gastrointestinales estériles y los cuerpos de los bebés se colonizan durante y poco después del nacimiento. Aproximadamente, la mitad de las cepas microbianas en los bebés provienen del intestino materno. Esta observación llevó a los investigadores a plantear la hipótesis de que otras personas cercanas al bebé podrían contribuir al resto, proporcionando cepas microbianas beneficiosas para la salud.

“Este estudio ofrece datos cruciales sobre cómo se coloniza un recién nacido”, indica Willem M. de Vos, autor principal y coautor del estudio, de la Universidad de Wageningen y la Universidad de Helsinki. “Aunque la contribución del padre pueda parecer pequeña, no debe subestimarse. Es probable que personas cercanas también desempeñen un papel importante en esta colonización”.

“Estamos muy satisfechos de haber identificado esta conexión”, añade Nicola Segata, coautor del estudio, de la Universidad de Trento. “Esto destaca la importancia de investigar otras fuentes de microbiota, como hermanos y compañeros de guardería”. El equipo de Segata se encargó del análisis computacional, mientras que el equipo de de Vos diseñó el estudio.

“El año pasado demostramos que existe una amplia transmisión del microbioma entre adultos con estrecho contacto social. Ahora, confirmamos que esto también ocurre en los recién nacidos: reciben su primera microbiota de sus madres, pero individuos cercanos, como los padres, complementan esta contribución. Esto es crucial para los bebés nacidos por cesárea”, añade Mireia Vallès-Colomer, investigadora de la Universidad Pompeu Fabra y coprimera autora del estudio, cuyos hallazgos se han publicado en Cell Host & Microbe.

Por Agencia.