La trama multicolor y feminista de la película Barbie, la superproducción multimillonaria de la directora Greta Gerwig, ha conseguido superar la censura en países como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde se estrena hoy, aunque sorprendentemente el filme no verá la luz en las salas de cine de otros países de la región.
Estaba previsto que Margot Robbie y Ryan Gosling, que dan vida a la popular muñeca de Mattel y su compañero Ken, llegaran a la gran pantalla de los cines de Oriente Medio el 19 de julio, incluso dos días antes de que se estrenara en el resto del mundo.
Pero no fue así y las fechas comenzaron a bailar en cada país de la zona, lo que alimentó los rumores de un posible veto a Barbie por tratar temas relacionados con el movimiento LGTBI y la vida extramatrimonial, un extremo que ya ha sido censurado en muchas otras películas.
En los últimos días se confirmó que Barbie se estrenaría hoy en EAU y Arabia Saudí, mientras que, en las últimas 24 horas, el Líbano y Kuwait han dado un paso atrás y la han prohibido, dando pie a que en otros países de la región duden de seguir adelante con el estreno de la película.
En Egipto, cuyas autoridades han estado revisando la película en las últimas semanas, ésta finalmente se estrenará el próximo sábado tras haberse barajado varias fechas de lanzamiento, según indicó hoy la distribuidora oficial de películas de Warner Bros. en el paíso, United Motion Pictures.
«Fiesta» con Barbie en emiratos y arabia saudí
«Vamos de fiesta el 10 de agosto», tuiteó la semana pasada VOX Cinemas, propiedad de Majid Al Futtaim Entertainment, el líder de ocio y entretenimiento en la región, con sede en EAU.
Barbie, que ha recaudado más de mil millones de dólares en todo el mundo, ha sido catalogada por EAU y Arabia Saudí como «recomendada para mayores de 15 años».
El visto bueno llegó tras semanas en las que los censores locales han sugerido ediciones para el filme y han debatido sobre el guion relacionado con temas LGTBI y otros valores reflejados en la película que son discordantes con los que promueven los países de mayoría musulmana de la región.
Precisamente, estos valores son los que han hecho que los aficionados de Barbie en el Líbano y Kuwait no se puedan abrochar los patines de neón.
El ministro libanés de Cultura, Mohamed Murtada, alegó ayer, miércoles, que ordenaba prohibir la película al considerar que «promueve la homosexualidad» y fomenta «la fea idea de rechazar la custodia del padre, menospreciando el papel de la madre y ridiculizándolo, cuestionando la necesidad del matrimonio y de formar una familia».
Las autoridades kuwaitíes anunciaron hoy que han prohibido la proyección de Barbie en las salas de cine como medida de «protección de las tradiciones sociales y ética pública», al creer que las ideas que difunde este filme son ajenas a la sociedad del pequeño país del golfo.
Lo cierto es que, en los países de la región, debido a la voraz censura, se recortan sistemáticamente las películas que tratan o contienen temas de sexo, homosexualidad y religión, y en el caso de que el estudio no esté dispuesto a hacer los recortes, se retira de la cartelera.
Algunas de las películas afectadas han sido Spiderman, cruzando el multiverso, que Arabia Saudí y EAU, entre otros, no estrenaron el pasado junio porque no se realizaron los cambios que sugirieron, una información que no trascendió, pero que podría tener que ver con una escena donde aparece la frase «protege a los niños trans».
En 2022, hasta los Minions fueron vetados en su nueva película en la región por sus «monjas diabólicas» y por un beso en la boca entre dos personajes femeninos.
En Arabia Saudí sí, pero en el Líbano no
Aunque no en los derechos humanos, Arabia Saudí ha dado pasos agigantados para ser considerado ante el mundo como un «país abierto», después de ser uno de los más herméticos del planeta por su estricta interpretación del islam como forma de vida.
Mujeres en bikini en carteles publicitarios, turistas LGTBI yendo al país, eventos deportivos sin cese o conciertos «tecno» cerca de La Meca han copado su mercadotecnia en los últimos años, en una extrema apertura que muchos tildan de «un lavado» de su imagen.
Precisamente, justo todos los elementos lúdicos anteriores son algo habitual en el Líbano, crisol de 18 religiones considerado uno de los países menos conservadores y con mayor libertad de expresión en la región.
Pero los derechos LGTBI vuelven a estar en el foco en el país mediterráneo después de que el líder del grupo chií Hizbulá, Hasán Nasrala, cargase contra las relaciones homosexuales dos veces en las últimas semanas, llegando a decir que quienes participen de ellas deben ser «matados».
Por: Agencias / Foto: Cortesía