Después de casi una década de misterios sin resolver, el investigador australiano Vincent Lyne, de la Universidad de Tasmania, ha propuesto una teoría audaz sobre el paradero del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, desaparecido el 8 de marzo de 2014 con 239 personas a bordo.
La investigación de Lyne sostiene que el avión se encuentra a 6.000 metros de profundidad en un cañón submarino en el Océano Índico Meridional, en una zona conocida como Broken Ridge. Este entorno, caracterizado por sus estrechos y empinados lados rodeados de grandes cordilleras y otros cañones profundos, se describe como un lugar ”perfecto para esconderse”, según declaró en su publicación en LinkedIn, indica una nota del portal Infobae.
El vuelo MH370 desapareció mientras cubría la ruta entre Kuala Lumpur y Beijing, el 8 de marzo de 2014. La aeronave, un Boeing 777-200ER, perdió contacto con el control de tráfico aéreo cerca de la frontera entre el espacio aéreo vietnamita y malayo. A bordo viajaban 239 personas.
Aunque se encontraron fragmentos de escombros en distintos momentos, el sitio exacto del accidente ha permanecido indescifrable hasta hoy. Lyne presentó su teoría basándose en un análisis exhaustivo del daño registrado en los fragmentos recuperados e información descartada previamente por el FBI, que incluye datos del simulador de vuelo del piloto Zaharie Ahmad Shah. Sus hallazgos han sido aceptados para su publicación en la reconocida revista Journal of Navigation.
Lyne asegura que el MH370 no se estrelló debido a un agotamiento de combustible, sino que el piloto probablemente intentó un aterrizaje controlado, similar al realizado por el capitán Chesley “Sully” Sullenberger en el río Hudson en 2009. Según el científico, este intento controlado de amerizaje podría explicar por qué el avión no se desintegró completamente al entrar en contacto con el agua, lo que permitió que se hundiera “perfectamente” en el cañón submarino.
El investigador sostiene que la ubicación, justo al extremo este de Broken Ridge, coincide curiosamente con la longitud de la pista del aeropuerto de Penang, dato alineado con rutas encontradas en el simulador del piloto. Este detalle, aunque considerado irrelevante por las investigaciones previas del FBI, se ha convertido en un pilar de la teoría de Lyne, quien afirma que las búsquedas anteriores fallaron porque no enfocaron correctamente el área ahora identificada.
Lyne enfatiza que el “entorno rugoso y peligroso” de Broken Ridge podría justificar el fracasar subsiguiente de las misiones de búsqueda previas. “Con lados estrechos y empinados, rodeado de cordilleras montañosas y otros cañones profundos, es el lugar perfecto para esconderse”. Aunque la factibilidad de un nuevo operativo de búsqueda dependerá de las autoridades y empresas especializadas, el científico confía en que sus cálculos han dado con el sitio preciso del naufragio.
Hasta ahora, la hipótesis dominante había sido que el MH370 se había quedado sin combustible y se había precipitado rápidamente al océano, una idea apoyada por varios investigadores internacionales. Sin embargo, la meticulosa evaluación de los restos del avión como el ala y el tren de aterrizaje ha llevado a Lyne a una conclusión distinta: un aterrizaje de emergencia, que, aunque no exitoso, habría sido lo suficientemente controlado como para evitar una explosión o fragmentación total del avión al tocar el agua.
El testimonio de Lyne da respaldo a teorías previas como las del investigador canadiense Larry Vance, que también sugirió que la aeronave estaba aún operativa durante su descenso final. “Sin duda, esto respalda los hallazgos iniciales del investigador canadiense de accidentes aéreos Larry Vance”, escribe Lyne. “El MH370 tenía combustible y motores activos cuando realizó un aterrizaje de emergencia controlado”.
Esta visión conjunta sugiere que, aunque parece increíble, el piloto pudo haber ejecutado una desaparición concebida para un “perfecto escondite”, profundizando así uno de los misterios más desconcertantes de la aviación moderna.
La solución al enigma del MH370, de confirmarse la teoría de Lyne, proporcionaría un cierre largamente esperado para los familiares de las víctimas y alteraría drásticamente la narrativa vigente sobre la desaparición del vuelo. No obstante, los retos logísticos y técnicos de explorar un cañón de 6000 metros de profundidad siguen representando un obstáculo considerable.
Finalmente, la comunidad científica sigue al tanto de estas revelaciones y de los potenciales nuevos esfuerzos de búsqueda que se puedan emprender, con la esperanza de descifrar completamente el destino del vuelo MH370.
Por: Agencia