En febrero de 1910 se inaugura a las afueras de Manchester el estadio Old Trafford. Desde entonces el recinto deportivo ha sido la casa del gigante inglés Manchester United, con una capacidad para 76.000 personas. Siendo el estadio de clubes más grande de Inglaterra y el undécimo de Europa.
Sin embargo, este mítico estadio que ha albergado desde finales de Champions League y encuentros de la Copa del Mundo, hasta semifinal de Eurocopa y Juegos Olímpicos. Podría tener sus días contados como casa del Manchester United.
Pues hace poco el 25 % del club fue adquirido por Jim Ratcliffe y una de las principales inversiones que hará el grupo INEOS será en un estadio para el equipo “Red”. Por ahora se manejan dos opciones, una remodelación a fondo del actual Old Trafford o un estadio totalmente nuevo.
Y es que el actual estadio del Old Trafford es bastante deplorable, pues el recinto no ha sido sometido a grandes remodelaciones y mantiene su esencia y fachada intacta desde hace 113 años que se fundó. Además, los fanáticos denuncian la presencia de goteras y hasta ratas en el recinto.
Las alternativas para Old Trafford, según los expertos
La nueva directiva del club ya empezó a moverse y buscar soluciones para esta problemática. Desde Inglaterra afirman que el United habría contactado a Populous, la misma empresa que construyó el Tottenham Stadium en 2019.
El director de esta constructora, Chris Lee, confía que con la llegada de un nuevo dueño al club, el proyecto pueda ponerse en marcha cuánto antes, pues “Hay que hacer un ejercicio muy detallado de lo que debe hacerse en el estadio”. De momento, en las oficinas del club guardan dos opciones para formas de afrontar el proyecto, como bien ha explicado Lee para Telegraph.
La primera sería una amplia remodelación con la intención de utilizar los cimientos del viejo Old Trafford para mejorar algunas condiciones estructurales y reformar ciertas partes que resultan inadmisibles para una institución como el Manchester United. Se menciona una ampliación de la tribuna sur utilizando la vía férrea que justo detrás del estadio y remodelar el resto del estadio para conseguir un aspecto mucho más vanguardista.
La otra alternativa sería un estadio totalmente nuevo. Esta opción es la preferida por la constructora Populous y el propio Lee afirma que: “La nueva construcción puede resultar ser la solución más rentable. El desembolso inicial es obviamente más alto que la otra opción, pero hay mucho terreno disponible para desarrollar allí”, explica Lee en Telegraph, quien además estima que el costo del recinto podría alcanzar los $2,300 millones de dólares.
Por: Agencia