domingo, mayo 19

El Grooming: Estafador sexual que ataca a niños y adolescentes (Video)

La llegada de la pandemia obligó al encierro de muchas familias en sus casas para evitar el contagio del temible coronavirus; para pasar los días, la mayoría de los integrantes del núcleo familiar recurrió al internet como vía de escape y distracción para poder comunicarse con el mundo exterior, pero también la red mundial se convirtió en el puente de los depredadores sexuales que contactan a menores.

El delito cibernético conocido como grooming, que consiste en que un adulto falsifica perfiles en redes sociales para hacerse pasar por niños o adolescentes y de esta forma acercarse con intención sexual a los más pequeños de la casa, creció considerablemente por esta época.

La alta tasa de casos conocidos por las autoridades conllevó a especialistas y jefes de los cuerpos policiales a hacer un llamado de alerta a los padres y representantes de vigilar la vida digital de los hijos.

Aiskel Machado, especialista de la Psiquiatría en la región, señala que el agente del grooming es un delincuente que crea perfiles falsos, con fotografía y gustos atractivos, empáticos, que se convierte en el nuevo mejor amigo, para luego estafar, jugar y abusar con él o la menor,  engaña fingiendo un vínculo para lograr un propósito sexual. Su apreciación profesional la realizó para el canal Conciencia TV, medio del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Victimizan a las víctimas

La profesional señala que este pederasta se dedica “de forma paciente, pero con una determinación absoluta a crear cuentos para acercarse a la víctima, llegando a victimizar, incluso llegan a simular ser divertidos, dicen que comparte los mismos gustos, las mismas canciones, pero realmente no son así”.

El pedófilo manipula a su “nuevo amigo-amiga” haciendo creer que “no le importa a nadie, vivimos las misma situaciones buenas y malas, yo también tengo ese problema en mi casa, mi papá también es así, yo vivo con mi abuela”.

Indica que durante ese tiempo el comportamiento de ese individuo es como “un animal acechando a su presa, como un carnívoro, que después que tiene la presa, tiene el tiempo disponible para preparar a sus víctimas y que ellas  puedan acceder a sus necesidades sexuales, pudiendo ser personales o lucrativas».

La experta reitera que luego de ganarse la confianza pide que empiecen a generar material sexual para la explotación, asegurando que “no es pornografía infantil, es explotación sexual infantil, ya  que el menor no tiene conciencia de lo que realiza , lo hace convencido que está ayudando al otro. Y que está en medio de una relación de confianza, de amor”.

La extorsión

Después que el agresor logra la fabricación del contenido sexual, utiliza el poder para atraparla en una relación de explotación donde la lleva a un punto de depresión, destrucción de la autoestima y la confianza, bajo rendimiento académico y hasta pudiera causarle la muerte.

Pasa a la siguiente etapa que es la amenaza con la intención de que siga proveyendo material para su oscuro beneficio, donde intimida al o la menor con exponerla públicamente si no cede a sus voraces demandas, “le voy a mostrar el contenido a tus padres, lo muestro a todos los compañeros de tu colegio, lo va a saber toda la ciudad, lo van a saber todas las personas, van a saber el tipo de persona que eres”.

Para la doctora, estos menores no son capaces de tomar decisiones, “están coaccionados, engañados, están engatusados”, aunque sientan que tienen una implicación, que es su culpa, pero realmente no es así, “estos adultos están entramados en redes poderosas, y son especialistas en conseguir a las víctimas”.

También hace una pausa para aconsejar y decirles a las víctimas que atravesaron  por una situación  de abusos por parte de un depredador, que  no deben sentir culpa de lo ocurrido “no sienta que no tienes a Dios en tu corazón, que hiciste ese delito porque eras mal hijo», lo que realmente si es cierto «es que él es un experto y él te estafó”.

Para el inspector jefe Jhon Varela, con más de 16 años en el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, el tema tiende a ser muy sensible debido que se habla de una conducta pedófila de un adulto, dirigido hacia un niño, utilizando para ello el método de engaño y chantaje, con el fin de obtener algún tipo de video, imágenes, o muchas veces llegar a obtener contacto sexual con el pequeño.

“Este tipo de conducta entonces es sensible, porque la familia no denuncia estos casos, precisamente por tratarse del pudor de la víctima, de sus familiares que en este caso son sus hijos”.

El jefe de la brigada C de la División de Delitos Informáticos del CICPC, asegura que estas personas tienen trastornos pedófilos, “se excitan, le gustan ver niños al desnudo”, por eso ve preocupante que utilicen las redes sociales para cometer este tipo de acto criminal.

“Ellos disfrazan a través de un perfil, una foto, una imagen, de algún niño, adolescente, ahí empiezan con un juego de tratar de envolverlo, de que entre en confianza luego le solicitan el material que incluso puede ser vendido a través de redes internacionales de pornografía infantil”, explicó en el programa radial Vanguardia Informática.

Ambos profesionales coinciden que es muy importante vigilar el mundo digital de los hijos, dosificar las horas en las redes, recomendar a los menores que no pueden pasar contenido a extraños, así como estar atentos con quien se comunican los menores.

Por: Lizaura Noriega/Video Cortesía Conciencia TV

1 comentario

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