El FMI insiste en que el plan de ajuste de Argentina está dando «resultados mejores de lo esperado» y prevé que la economía «empiece a crecer» en el segundo semestre del año, afirmó este jueves una portavoz de la organización financiera.
El Fondo Monetario Internacional está satisfecho con los progresos realizados desde que el presidente ultraliberal Javier Milei asumió el cargo en diciembre con un objetivo: cortar drásticamente el gasto, lo que denominó plan «motosierra».
«La fuerte implicación y la aplicación decidida por parte de las autoridades de su plan de estabilización están dando resultados mejores de lo esperado«, afirmó Julie Kozack, directora de comunicaciones del Fondo en rueda de prensa en Washington.
Citó el primer superávit fiscal trimestral en 16 años, la «rápida recuperación» de las reservas internacionales y una mejora del balance del banco central, así como una rápida reducción de la inflación, que pasó del 25 % en diciembre a en torno al 8,8 % en abril.
Kozack reiteraba así las conclusiones del equipo técnico del FMI que alcanzó esta semana un acuerdo con Argentina sobre la octava revisión del paquete de ayuda que permitirá el desembolso de casi 800 millones de dólares en cuanto obtenga luz verde del directorio.
Es la primera revisión «en la que se han cumplido todos los criterios» del programa crediticio de Argentina con el Fondo, en virtud del cual el país sudamericano recibe 44.000 millones de dólares a 30 meses a cambio de que aumente sus reservas internacionales y reduzca el déficit fiscal.
«Familias trabajadoras»
«Todos estos son pasos importantes en la dirección correcta y esperamos que la economía comience a crecer nuevamente en la segunda mitad de este año» pero «el camino por recorrer sigue siendo difícil«, recalcó la portavoz.
El FMI estima que el gobierno debe atajar la crisis desde tres frentes: fiscal, monetario y la aplicación de reformas para generar empleo formal y atraer la inversión privada.
A nivel fiscal debe mejorar la eficacia del sistema tributario pero también «seguir garantizando que la asistencia social sea suficiente y esté bien orientada para proteger a los más vulnerables» y asegurarse de que la carga del ajuste «no recaiga desproporcionadamente sobre las familias trabajadoras«.
La política monetaria «deberá seguir evolucionando para anclar la inflación» y la cambiaria «deberá volverse más flexible con el tiempo«, declaró Kozack.
La portavoz no mencionó el cepo cambiario que Milei quiere levantar, es decir el control de cambios vigente desde 2019 que limita el acceso a dólares en un país en el que la divisa estadounidense oficia de valor refugio para los ahorros.
Pero afirmó que los «cambios de política serán necesarios a medida que los controles cambiarios se relajen gradualmente» y las autoridades «hagan la transición» a un nuevo régimen mediante el cual «el peso y otras monedas como el dólar estadounidense pueden coexistir y ser libremente utilizables«. Es lo que sucede en Perú y Uruguay, dijo.
Tampoco mencionó que el FMI vaya a prestarle a Argentina más dinero que el acordado en el programa crediticio.
«Las conversaciones actuales con las autoridades se centran en esta revisión en curso«, dijo la portavoz.
Por: Agencia