miércoles, diciembre 25

El día siguiente

El título puede ser de una película, de las que muestran vidas, paisajes, circunstancias que siguen después de eventos luminosos o catastróficos.

Soy del criterio que lo ocurrido en PDVSA necesita un análisis del día siguiente, un análisis de la situación que lo facilitó, que lo permitió, y de las motivaciones, las razones de vida de los venezolanos y venezolanas.

El tema es asunto esencial para el país que todos estamos obligados para enrumbar a la meta de estabilidad y vida decorosa, feliz, de los venezolanos. No es suficiente que traigamos a la palestra el Sierra Nevada, o la carretera Chuspa-Osma, o que nos restrieguen al ex tesorero Andrade o la ex tesorera Claudia Díaz Tampoco serán suficientes los castigos dentro o fuera del país, (deberían ser dentro), para los que saquean sin compasión el tesoro público.

Trabajar el concepto de la alternativa «sentido de servicio y entrega plena, la administración de lo público» como ejemplo de vida, y objetivo valioso, en cualquier espacio donde nos desempeñemos, es fundamental.

Aunque sea malo decirlo, pienso que si en este pequeño espacio de una embajada donde estoy, me dedico a facilitar la proliferación de gestores, la atención mediante privilegios de amistad o dinero, estoy siendo sencillamente contra revolucionario aunque repita mil veces que parí junto a Chávez y otros compañeros el movimiento bolivariano desde los cuarteles.

Es el ejemplo diario, el modelaje en las virtudes, el que debe impulsarnos, el ejemplo mucho más que la escuela de cuadros, donde podemos llegar desde nuestras ostentosas casas, en vehículos lujosos para hablar de ética y moral a quienes van a repetir lo que decimos, sabiendo que pueden tener y disfrutar lo que nos ven disfrutar solo con segundar lo que nos oyen.

El ejemplo es fundamental. Pero es importante igualmente que tengamos organismos de control adecuados. La virtud, tampoco la corrupción, son privilegios exclusivos de una persona o de un grupo.

Los errores sí son comunes, así como la motivación y la capacidad de lucha interna, para salir de ellos y ser virtuosos. Los órganos contralores deben ser importantes. Deberían tener establecidos premios a la idoneidad en la administración de lo público sin robar y con eficacia, así como la sanción para quienes delinquen.

En el partido tiene una tarea la comisión de ética. Debió prever y alertar, recomendar sanciones. Quien está al frente de la lucha por la ética del partido, debe ser en sí mismo ejemplo manifiesto de virtudes morales y ciudadana.

No puede estar solo. Debe tener un equipo de gente proba y capaz. Debe rendir cuenta de sus tareas y tener una metodología de trabajo. Debe este organismo tener autonomía. Relación al más alto nivel y dispuesto a dar la cara por su trabajo frente al país.

Esta sería una acción inmediata para el futuro en la tarea de recuperar la confianza de nuestra gente y de todos los ciudadanos. Los órganos contralores nacionales, dentro del novísimo esquema de poderes venezolano, deben tener la autonomía suficiente.

Debemos considerar aquí, el equilibrio indispensable, la garantía de que gocen de respetabilidad de todos los venezolanos, dentro y fuera de la patria. Deben tener una clara metodología y el valor para evaluar la función pública.

Los juicios sobre la vida decente, los gastos suntuosos, la distracción de recursos hacia objetivos de poder que golpean las necesidades de los mismos trabajadores públicos y de los seres humanos que requieren apoyo de servicios, especialmente de salud. En este momento de cambios en nuestros pueblos, estamos obligados para ser referentes y para aprender.

En México, el presidente vendió el avión presidencial, se mueve en aviones de pasajeros y obliga a sus ministros a hacer lo propio. Usan los aviones militares para movimientos que requieren en ocasiones. Esa es una referencia que adecuada a cada situación nos corresponde revisar. La pobreza franciscana que dice AMLO trae una enseñanza que no podemos dejar de lado.

En resumen, debemos ver el día siguiente. El presidente Maduro asumió el gran riesgo de enfrentar este monstruo de la corrupción, no podemos dejar que sea solo un gesto y que alguien se frote las manos por la caída del grupo que delinquió para tomar espacios y repetir las mismas prácticas perversas.

Finalmente que logremos establecer normas que sirvan para enrumbarnos como colectivo venezolano, por la decencia y la ética que claman los más necesitados de nuestro país.

Los que como el Juan Bimba de Andrés Eloy, “caminan por una tierra enferma de heroísmo, saludando con su media sonrisa, coroneles de mármol y generales de bronce» Esperan mucho, nos acompañan con paciencia aguardando que demos por ellos y seamos victoriosos en la lucha por la ética que les dará acceso a la riqueza material y espiritual de nuestro país, lucha terrible que se da primero dentro de nosotros y en nuestros espacios más íntimos.

 

Por Francisco Arias Cárdenas