miércoles, diciembre 25

El Congreso da luz verde a la ley de Amnistía, que pasará dos meses en el Senado

Después de las idas y venidas entre el pleno y la comisión de Justicia por los desacuerdos entre el PSOE y las fuerzas independentistas, singularmente Junts per Catalunya, el Congreso ha votado hoy la versión definitiva de la ley de Amnistía, que ha salido adelante con los votos de la mayoría parlamentaria de la investidura y el rechazo de PP y Vox, con 178 votos a favor y 172 en contra.

Una vez aprobada en el Congreso de los Diputados, la ley de Amnistía sigue ahora su tramitación en el Senado, donde la mayoría absoluta del PP la mantendrá durante dos meses, el plazo máximo que establece el reglamento de la Cámara Alta, reformado ad hoc para dilatar todo lo posible el procedimiento, antes de devolverla a la Cámara Baja para su aprobación definitiva, indica la nota de La Vanguardia.

Para la oposición, encabezada por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, la amnistía representa un «chantaje» del independentismo al conjunto de los españoles. Y por ello ha censurado la «impúdica» ausencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el debate: «No se atreve a dar la cara ante este delirio«, ha criticado el gallego, para quien el jefe del Ejecutivo «ha acatado todo» ante Junts y ERC, de quienes, en su opinión, depende, y «ha amnistiado el terrorismo, la corrupción, la alta traición y lo que haga falta«.

«Esta ley se va a aprobar porque es la única forma que tiene Sánchez de seguir un poco más en la Moncloa«, ha sentenciado Feijóo, para quien las elecciones catalanas «marcarán el principio del fin de este Gobierno«.

La ultraderecha ha ido más allá y Santiago Abascal ha acusado a Sánchez de no «tener ningún escrúpulo más que el de aferrarse al banco azul» y de pilotar «un cogobierno de Mohamed VI y Carles Puigdemont«, razón por la cual ha impulsado una amnistía que supone, a juicio del líder de Vox, una «humillación» para los españoles y una «fechoría».

Por parte de los grupos que dan apoyo al Gobierno de coalición ha intervenido en primer lugar la portavoz de los comunes, Aina Vidal, en representación de Sumar, que ha ensalzado la oportunidad que esta ley ofrece para «hacer una política que defienda el diálogo y los acuerdos para construir”, en lugar de apostar por “el odio y el enfrentamiento y la defensa ultra de la España en blanco que niega la pluralidad«. E incluso ha hecho un alto en su parlamento para reprochar a PP y Vox que usen sus votos para insistir en una «forma de hacer política de venganza«.

Después ha sido el turno del portavoz del PSOE, Patxi López, que ha alterado el orden de la argumentación de los socios de investidura y ha empezado cargando contra la oposición antes de defender la amnistía. Así sus primeras palabras han sido contra el PP y sus «problemas con la concepción de la democracia, que solo es legítima«, ha lamentado, «cuando beneficia a sus intereses«.

El diputado vasco ha defendido la necesidad de «trabajar por la reconciliación con políticas valientes y decididas» frente al «enfrentamiento infinito y constante» de los populares mediante el uso de «la policía patriótica, la disolución de partidos políticos y el incendio de Catalunya en busca de la división social y crispación«.

Junts per Catalunya ha defendido que la amnistía sale adelante no por «convicción» del PSOE sino gracias al pacto de investidura, en el que Pedro Sánchez necesitó los siete votos del partido de Carles Puigdemont para ser reelegido presidente del Gobierno. «Es una amnistía integral que no deja a ningún independentista fuera y que se adapta a los estándares europeos«, la ha descrito el diputado Josep Maria Cervera, encargado de defender la postura de su grupo parlamentario, que la rechazó en su primera versión para buscar más garantías.

ERC, que estaba representada en la tribuna de invitados por la vicepresidenta de la Generalitat, Laura Vilagrà, y el presidente de la formación, Oriol Junqueras. «Hace cuatro años que insistimos en que esta ley debe existir«, ha dicho Pilar Vallugera, que ha reivindicado los indultos y la reforma del Código Penal como pasos previos para la amnistía que se ha aprobado hoy, que es el punto de partida de la «segunda fase del conflicto político, el ejercicio del derecho de autodeterminación«.

Por parte del PNV, su diputado Mikel Legarda ha reiterado su apoyo en la votación de la ley de Amnistía por avanzar en la «irresuelta resolución de la cuestión territorial» y en el «inconcluso anclaje de aquellos territorios con fuertes sentimientos nacionales de pertenencia distintos a los del resto del Estado y con una aspiración cultural sino política de autogobierno con relevantes sectores independentistas«.

EH Bildu ha admitido que la de la Amnistía es una ley «excepcional, pero también justa«. Y su coportavoz, Jon Iñarritu, ha adoptado una mirada larga para augurar que se trata de una legislación que «pasará a la historia» pese a que ahora mismo se esté quedando un poco «desdibujada» por un foco mediático posado en «el caso Koldo, la ayusosfera, los presupuestos que no va a haber o la convocatoria de elecciones» en Catalunya.

Por: Agencia