sábado, diciembre 20

El comercio en Isnotú florece con la llegada de feligreses por la canonización de JGH

La proximidad de la canonización del Dr. José Gregorio Hernández impulsa el comercio en Isnotú, su pueblo natal, donde la llegada constante de feligreses genera un notable movimiento económico y turístico. Tiendas, hospedajes y negocios locales reportan un incremento en las ventas y en la afluencia de visitantes.

Emma Becker, encargada de la tienda del santuario, señaló que las jornadas han sido de intensa actividad. “Hemos tenido mucho movimiento, ya que los feligreses, una vez que entran al santuario, no se pueden ir sin llevarse algún recuerdo que los identifique con estar en el pueblo de Isnotú”, afirmó.

Explicó además que los ingresos obtenidos contribuyen al mantenimiento del santuario y a las actividades religiosas programadas. Entre los artículos más solicitados se encuentran imágenes, rosarios, pulseras y la franela oficial de la canonización, cuya venta apoya la organización de los actos litúrgicos.

Becker destacó también la disponibilidad del libro 100 preguntas y respuestas sobre el doctor José Gregorio Hernández, del presbítero José Magdaleno Álvarez, como parte de la oferta para los devotos. “Es un texto muy interesante, cuesta 10 dólares y ayuda a conocer más sobre la vida y obra del beato”, precisó.

Por su parte, la comerciante y vecina del sector, Cira Mateus de Sánchez, manifestó su emoción por vivir este momento histórico en el lugar donde nació el futuro santo.

“Es una gran emoción porque fue algo que esperaron mis abuelos, mi mamá, y ya no están. Y que tenga yo la gracia de poder vivir este momento, pues es una gran alegría”, expresó.

Mateus también compartió un testimonio que aunque no lo pudo documentar por ocurrir hace treinta años, lo mantiene grabado en su mente con un ejemplo de la milagrosidad del Dr. José Gregorio Hernández.

“Mi mamá tuvo cáncer de estómago y los médicos dijeron que no valía la pena operarla. Pero ella decía: ‘Mi José Gregorio me va a sanar’. Y así fue. Tres meses después, el médico dijo que eso era un milagro”, narró Mateus.

El comerciante Juan Carlos Simancas aseguró que la movilización de feligreses activó a un alto nivel la actividad económica y turística. “Esto está muy bonito, están embelleciendo el pueblo. Hay movimiento y esperamos mayor afluencia”, indicó.

Además, destacó que “todas las posadas y hoteles están completamente llenos”, lo que evidencia el impacto positivo de la canonización en la localidad.

A pocos días de la ceremonia, Isnotú se consolida como epicentro de la fe católica en el país. La devoción al Médico de los pobres no solo convoca a miles de creyentes, sino que también revitaliza la economía local y refuerza la identidad espiritual de los trujillanos.

Por: Yorgelis Labarca / Fotos: Lizaura Noriega