jueves, noviembre 21

El clero francés participa en Lourdes en una oración de perdón por los abusos contra menores

Obispos, sacerdotes, responsables de órdenes religiosas y fieles franceses recordaron este sábado a las víctimas de los abusos sexuales cometidos por el clero en el santuario de Lourdes, al sur del país, y participaron en una oración de penitencia.

«Queremos dejar plasmado en Lourdes un testimonio visual que recordará tanta violencia, dramas y agresiones«, dijo Hugues de Woillemont, portavoz de la Conferencia Episcopal Francesa (CEF).

En octubre, la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase) estimó que unos 216.000 menores fueron víctimas de abusos por parte de sacerdotes y religiosos en Francia entre 1950 y 2020.

El informe aseguró además que hubo «entre 2.900 y 3.200 pederastas» entre los 115.000 sacerdotes o religiosos censados durante esas siete décadas y que el 80% de sus víctimas fueron chicos de 10 a 13 años.

Este sábado en Lourdes se colocó una fotografía que muestra la escultura de un niño que llora. Será una especie de primera piedra de un «lugar de memoria«, que los obispos decidieron crear en este santuario.

La fotografía fue tomada por una víctima y durante la ceremonia otra víctima leyó un texto sobre la violencia sufrida por otra persona víctima de abusos.

Posteriormente más de 120 obispos acompañados por laicos participaron en una oración de penitencia, algunos de ellos arrodillados.

En Lourdes, según la tradición, la Virgen María se apareció en 1858 a una adolescente de 14 años. Por ello, este santuario era visitado por millones de peregrinos cada año, hasta que llegó la pandemia del coronavirus.

El viernes, los obispos franceses reconocieron la «responsabilidad institucional» de la Iglesia católica en los abusos sexuales a menores, una de las recomendaciones del demoledor informe publicado semanas antes.

Francia siguió, con la publicación de estos datos, los pasos de Australia, Irlanda, Estados Unidos o Alemania, donde se investigó el alcance de este drama que sacude a la Iglesia católica desde hace décadas, pero que enfrenta reticencias para ser esclarecido en otros países como España.

Por Agencia