En los ruinosos meses de 2020 de salas cerradas y carteleras famélicas, el cine miraba a 2021 como el gran año de la recuperación. Doce meses después, el balance es de luces y sombras con una industria que no termina de levantar cabeza en la pandemia.
Con las vacunas como mejor aliado, los cines han percibido un notable ascenso en su afluencia de público tras un 2020 deprimente, de negras perspectivas y de salas con aspecto casi fantasmal.
Los estudios también dieron salida por fin a la gran mayoría de superproducciones cuyos estrenos fueron pospuestos el año pasado.
Así, los cines recibieron como agua de mayo a potenciales «blockbuster» como «Sin tiempo para morir» (la última cinta de Daniel Craig como James Bond), «Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos» y «Eternals» de Marvel, «Fast & Furious 9» o «Godzilla vs. Kong».
A falta de datos de los estrenos navideños que puedan reventar la taquilla -todos los ojos están puestos en «Spider-Man: No Way Home», que ya lleva recaudados 587 millones de dólares en menos de una semana en salas-, la consultora Gower Street Analytics proyectó en octubre que la taquilla mundial de 2021 ascenderá a 21.600 millones de dólares.
Según la Asociación del Cine de EEUU (MPAA), los ingresos de las salas en 2020 fueron de unos 12 mil millones en todo el mundo, por lo que 2021 casi doblará esa cifra.
Sin embargo, las comparaciones con 2019 son para echarse a llorar, ya que ese año, siguiendo los datos de MPAA, la taquilla global sumó 42 mil 200 millones.
Un aspecto que inquieta a todo el sector es que las grandes apuestas de Hollywood no acaban de erigirse en las máquinas de hacer dinero que arrasaban antes del coronavirus.
Un reflejo de ello es que, como ya pasó en 2020, una película china será la más taquillera del año en todo el mundo por delante de cualquier producción hollywoodiense.
Ese honor corresponderá a «The Battle of Lake Changjin» con más de 900 millones de dólares de ingresos amasados casi en su totalidad en los cines chinos (en 2020 la película con mayor taquilla fue «The Eight Hundred» con unos 460 millones).
Para evitar la depresión, conviene ignorar que «Avengers: Endgame» (2019) recaudó 2.798 millones dólares, que es prácticamente la misma cantidad que han conseguido juntas las cinco cintas de Hollywood más taquilleras de 2021 (algo más de 3.000 millones sumando los ingresos de «Sin tiempo para morir», «Fast & Furious 9», «Spider-Man: No Way Home», «Venom: Habrá matanza» y «Godzilla vs. Kong»).
Brotes verdes y más interrogantes
Si los números no aportan demasiadas razones para el optimismo, hay algunas tendencias que permiten mirar a 2022 con algo de esperanza.
Por ejemplo, Marvel, que bajo el paraguas de Disney es la mayor generadora de pelotazos cinematográficos en los últimos años, volvió a la gran pantalla tras no estrenar nada en 2020 y ha presentado este año «Black Widow», «Shang-Chi» y «Eternals» (y acaba de llegar la nueva de «Spider-Man», que es una colaboración de Sony con Disney).
En ciertos apartados como la comedia para el público general, («Free Guy»), las cintas infantiles («Encanto»), el terror («Un lugar tranquilo 2») o el tirón de algunos cineastas con muchos fans detrás (M. Night Shyamalan con «Tiempo») se han dado algunas alegrías que, sin llegar al negocio previo al coronavirus, enseñan el camino a un futuro con más sonrisas.
¿Las malas noticias? El cine adulto «mainstream» ha cosechado decepción tras decepción con las pobres taquillas de cintas como «La casa Gucci», «El método Williams», «Santos criminales», «El último duelo», «Cry Macho», «Cuestión de sangre»…
Pero lo peor ha sido para los musicales, ya que «En un barrio de Nueva York», «Querido Evan Hansen» y -a falta de que se confirmen las previsiones- la nueva «West Side Story» no han logrado seducir a los espectadores.
Resulta importante recordar que, además del coronavirus, 2021 se vio muy afectado por otra novedosa variable potenciada desde marzo de 2020: la convivencia de estrenos en los cines y en plataformas de «streaming».
Eso tal vez explique el público que iba al cine antes de la pandemia y que «todavía» no ha regresado a las salas, sea por la comodidad de los estrenos en casa, el miedo al coronavirus, los cambios de hábitos, la limitada vacunación de los niños, etc.
En este sentido, Warner Bros. ha sido el estudio más atrevido con sus lanzamientos simultáneos en cines y en HBO Max.
Aunque ya no seguirá en 2022, esa estrategia proporcionó novedades de peso a la gran pantalla cada mes («Dune» como punta de lanza) y, pese a que quizá no haya rendido especialmente bien en los ingresos por salas, ha servido también para dar un gran impulso a su plataforma digital.
Todos los estudios, incluido Disney, han experimentado en mayor o menor medida con las ventanas de distribución (el plazo que tarda una cinta en pasar del cine al mercado doméstico).
Esas pruebas probablemente continuarán en 2022, pero toda solución llega con su problema de la mano.
De esta forma, el mediático pleito -finalmente resuelto- entre Scarlett Johansson y Disney por los ingresos en Disney+ de «Black Widow» apunta a que el negocio del «streaming» se convertirá en un nuevo y muy disputado campo de batalla en Hollywood.
Por: Agencia