El cambio climático altera el sistema inmune y aumenta el riesgo de tres tipos de enfermedades
El cambio climático es una realidad, con olas de calor, sequías, inundaciones, y otros fenómenos cada vez más intensos y frecuentes, entre otras evidencias. Ya repercute con efectos sobre la salud de las personas en todo el mundo: puede dañar el sistema de defensas del organismo humano, el sistema inmune.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha considerado que “el cambio climático es la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI”, reseñó Infobae.
Entre la nueva evidencia científica, ahora se sabe que fuentes asociadas al calentamiento global y sus secuelas pueden desregular al sistema inmune, y contribuir al aumento de 3 tipos de “enfermedades inmunomediadas”.
Los 3 tipos son las enfermedades alérgicas, las enfermedades autoinmunes y los cánceres, según informó un equipo internacional de investigadores en salud global. En un estudio publicado en la revista Frontiers in Science señalaron que el cambio climático puede alterar al sistema inmune al romper las defensas del organismo y al impedir que las reconstruya.
Un estudio internacional señaló que el cambio climático aumenta el riesgo o agrava enfermedades como la esclerosis múltiple (University of Maryland School of Medicine)
La investigación fue liderada por las científicas de la Universidad de Harvard, en los Estados Unidos, Kari Nadeau y Vanitha Sampath, quien fue entrevistada por Infobae.
Dentro de los tres tipos de enfermedades inmunomediadas se incluye el asma, las alergias, los cánceres colorrectal y pulmonar, y los trastornos autoinmunes, como artritis reumatoidea, enfermedades inflamatorias intestinales, lupus sistémico y esclerosis múltiple.
En el contexto de cambio climático actual, “las personas con un nivel socioeconómico más bajo o con enfermedades preexistentes corren especial riesgo, al igual que los más jóvenes y las personas mayores”, advirtieron.
El aumento de la temperatura promedio global y sus consecuencias, como los fenómenos meteorológicos extremos y la pérdida de biodiversidad, pueden impactar con más casos de personas con enfermedades relacionadas con el sistema inmune o agravarlas.
Todo eso es la consecuencia de actividades humanas, como la generación de energía eléctrica, la fabricación de productos con cemento, plásticos, entre otros, el transporte basado en combustibles derivados del petróleo, la deforestación y el consumo desmedido, según Naciones Unidas (ONU).