El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, respaldó oficialmente el domingo la elección del reformador Masud Pezeshkian como noveno presidente de la República Islámica.
“Apruebo la elección del sabio, honesto, popular y erudito señor Pezeshkian, y lo nombro presidente de la República Islámica de Irán”, dijo Jamenei en un mensaje leído por el responsable de su oficina.
Pezeshkian, de 69 años, fue elegido en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 5 de julio y prestará juramento el martes ante el Parlamento para un mandato de cuatro años.
Sucederá a Ebrahim Raisi, fallecido en un accidente de helicóptero en mayo.
Tan pronto como asumió el cargo, Pezeshkian nombró al reformador Mohammad Reza Aref como primer vicepresidente, indicó la televisión estatal.
Varios altos funcionarios iraníes y diplomáticos extranjeros asistieron a la ceremonia de investidura el domingo, transmitida por la televisión estatal.
Pezeshkian ganó la segunda vuelta de las presidenciales frente al ultraconservador Saeed Jalili, con el 53,6 por ciento de los votos, frente al 44,3 por ciento de unos 30 millones de votos emitidos.
Jalili y el expresidente moderado Hasán Rohaní, que apoyó su candidatura junto con la principal coalición de reformistas en Irán, asistieron a la ceremonia del domingo.
Durante la ceremonia, el ayatolá Jamenei dijo que “la prioridad en política exterior” siguen siendo los países vecinos de Irán.
“Otra prioridad se refiere a los países que nos han apoyado durante las presiones de los últimos años”, agregó, refiriéndose a Rusia y China.
“Los países europeos no nos han tratado bien en los últimos años, [lanzando] acusaciones falsas como [violaciones de] los derechos humanos”, lamentó Jamenei.
“Si no nos tratan tan mal, los europeos también forman parte de nuestras prioridades”, agregó.
“Pesada carga”
Pezeshkian dio las gracias al líder supremo y al pueblo iraní, prometiendo soportar la “pesada carga” de la presidencia.
Apodado el “médico” por muchos iraníes, Pezeshkian está a favor de “relaciones constructivas” con Estados Unidos, enemigo de Irán, y los países europeos para sacar al país de su “aislamiento”.
Pero en Irán el presidente tiene poderes limitados. El líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, es el jefe de Estado y máximo responsable de las decisiones estratégicas y el presidente solo aplica sus principales líneas políticas.
Las elecciones iraníes se celebraron en medio de tensiones regionales, con Irán, un peso pesado de Oriente Medio, en el centro de varias crisis, desde la guerra en Gaza hasta el desarrollo de su propio programa nuclear, al que occidente se opone.
Pezeshkian prometió negociar con Washington para volver a poner en marcha las negociaciones nucleares con Irán, estancadas desde la retirada en 2018 de Estados Unidos de un acuerdo internacional concluido en 2015.
Durante la campaña electoral, prometió “sacar a Irán de su aislamiento” estableciendo “relaciones constructivas” con el mundo, especialmente con los países europeos.
Pezeshkian, que fue diputado de Tabriz, no era el favorito cuando su candidatura fue aprobada junto con otros cinco candidatos, todos conservadores, para las presidenciales que se adelantaron por la muerte accidental del presidente Ebrahim Raisi.
Masud Pezeshkian no era una de las figuras de los campos reformistas y moderados, que en los últimos años han perdido influencia ante los conservadores.
Este cirujano de profesión tiene poca experiencia gubernamental, que se reduce a un puesto como Ministro de Salud entre 2001 y 2005 en el gobierno reformista de Mohammad Jatamí.
Es padre de familia y crio a tres hijos solo tras la muerte de su esposa y de otro hijo en un accidente de coche en 1993.
Se presenta a sí mismo como la “voz de los sin voz” y prometió trabajar para mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos.
Por: Agencias / Foto: Cortesía