martes, noviembre 5

EEUU reportó más de 16.000 ecuatorianos detenidos y deportados en abril

Estados Unidos reportó más de 16.000 ecuatorianos detenidos, expulsados y deportados (DED) en abril pasado, según un informe de la organización 1800Migrante basado en estadísticas del Departamento de Protección de Fronteras de ese país norteamericano.

En un comunicado, la organización apunta que el Gobierno liderado por el presidente Daniel Noboa «no ha podido controlar el éxodo y salida irregular de ecuatorianos hacia los Estados Unidos», reseñó EFE.

Agrega que en la más reciente publicación estadística del Departamento estadounidense de Protección de Fronteras se informa de un nuevo aumento en la cifra de ecuatorianos DED.

En marzo «hubo 15.951 ecuatorianos contabilizados, mientras que para el mes de abril aumentó a 16.023 ciudadanos», en tanto que en abril de 2023 hubo 6.497 ecuatorianos DED, lo que revela un «aumento de más del 200 %», indicó.

«La estremecedora cifra de 94.871 ecuatorianos que han sido registrados en los primeros siete meses de este año fiscal 2024 en USA, reflejan una falta de política pública hacia esta realidad social, que, dicho sea de paso; tampoco existió en los tres últimos Gobiernos en Ecuador», apuntó la organización.

Agregó que faltan cinco meses para el cierre del presente año fiscal y consideran que este año marcará «un récord migratorio de ecuatorianos» hacia Estados Unidos.

Solicitud a EE.UU.
A finales de enero pasado, Ecuador presentó una solicitud ante los Estados Unidos de aprobación del beneficio migratorio de Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para sus connacionales no regularizados en ese país, a razón del conflicto interno armado que vive actualmente la nación sudamericana, que lucha contra bandas del crimen organizado y donde los más afectados son la población civil.

«La solicitud del TPS para los ecuatorianos a Estados Unidos quedó en manos del presidente Joe Biden, se han mejorado los tiempos para brindar servicios consulares en varios consulados y desaparecieron las colas y los tiempos de espera son menores, pero no es suficiente cuando tenemos decenas de miles de ecuatorianos en situación de vulnerabilidad cruzando las fronteras de la región incluyendo el Darién», señaló William Murillo, portavoz de la organización.

Agregó que el país necesita políticas públicas responsables, que den soluciones a la actual «crisis humanitaria con los migrantes».

Crisis diplomática
Murillo se refirió, además, a los efectos negativos para los migrantes por la suspensión de relaciones entre México y Ecuador a raíz del asalto policial armado a la Embajada mexicana, en Quito, a inicios de abril pasado, para detener Jorge Glas, exvicepresidente en períodos del exjefe de Estado Rafael Correa (2007-2017) y a inicios del Gobierno de Lenín Moreno (2017-2021).

Glas, que ahora está en la cárcel de máxima seguridad del país, había ingresado en la embajada en diciembre, cuando aún no había en su contra una orden de prisión, que llegó posteriormente por un caso que investiga una presunta malversación de fondos en un proceso de reconstrucción de la provincia costera de Manabí tras el terremoto de 2016.

Jorge Glas también debe acabar de cumplir una sentencia por la que ya pasó cerca de cinco años en la cárcel por otros dos casos de corrupción.

«Es evidente que los efectos de la crisis diplomática entre Ecuador y México, trasciende lo político y son los ciudadanos de nuestros países quienes pagan las consecuencias de posiciones extremas de sus líderes nacionales», apuntó Murillo.

Por ello, 1800Migrantes pidió a los gobiernos ecuatoriano y mexicano, «la madurez necesaria para solucionar la crisis diplomática generada, restablecer las relaciones diplomáticas y consulares».

Según la Cancillería ecuatoriana, el Gobierno de Perú ha aceptado una propuesta de Ecuador para ejercer su representación consular y atender a los ecuatorianos que requieran de ese apoyo en territorio mexicano.

También informó que se atendería a sus compatriotas en territorio mexicano desde sus consulados en Guatemala y en las ciudades estadounidenses de Houston y Phoenix.

Por Agencia.