Las autoridades estadounidenses de inmigración ya no usarán un pequeño centro de detención en Pensilvania para recluir a padres e hijos solicitantes de asilo, parte de un cambio más amplio ordenado por el gobierno del presidente Joe Biden para disminuir el confinamiento de familias.
En un documento presentado el viernes ante la corte, el gobierno federal indicó que había dejado en libertad a todas las familias que estaban en el centro de detención del condado Berks en Leesport, Pensilvania, el cual cuenta con 96 camas. Dicho centro será utilizado ahora por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para detener a adultos, informó el gobierno.
Abogados que trabajan con familias de inmigrantes detenidas elogiaron la noticia y dieron crédito al gobierno de Biden por anunciar el cambio. Sin embargo, hicieron notar que incluso las detenciones por períodos más breves podrían ser dañinas para los niños.
“La detención de familias nunca terminará realmente del todo hasta que las instalaciones sean cerradas y los contratos con el ICE concluyan”, dijo Bridget Cambria, directora ejecutiva del grupo de defensa jurídica Aldea – The People’s Justice Center.
Los tres centros de detención de familias abrieron sus puertas cuando Biden era el vicepresidente en el gobierno del presidente Barack Obama. Durante su campaña por la presidencia, Biden prometió que liberaría a las familias confinadas.
El gobierno de Biden ya ha puesto en libertad a varias familias que solicitan asilo que habían estado detenidas por un año o más en Texas y que, en algunos casos, estaban a sólo horas de ser deportadas. Dichas familias continuarán dando seguimiento a sus casos y estarán sujetas a monitoreo por parte del ICE.
En los primeros días de su presidencia, Biden ha enfrentado un aumento en el número de familias y de niños sin acompañantes que cruzan la frontera entre México y Estados Unidos, lo que ha provocado escasez de espacio en las celdas de detención de la Patrulla Fronteriza y en instalaciones a largo plazo para niños operadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos. En el caso de la Patrulla Fronteriza, en las últimas semanas cientos de niños han sido detenidos más de 72 horas, que es el límite en general establecido en los estándares de la agencia.
Biden suspendió la práctica iniciada por el expresidente Donald Trump de expulsar a niños inmigrantes no acompañados basándose en la autoridad de salud pública. Miles de niños fueron expulsados a sus países de origen sin tener oportunidad de solicitar asilo u otras protecciones establecidas en la ley federal.
El gobierno de Biden sigue deportando a familias y adultos inmigrantes.
Por Agencia