Estados unidos quiere modernizar su arsenal nuclear y pedirá permiso al Congreso para fabricar una nueva versión de su bomba aérea B61, la B61-13, que reemplazará una versión antigua pero no aumenta las reservas de armamento nuclear del país, según anunció el Pentágono en un comunicado.
La decisión de construir esta arma, asegura el comunicado, “no responder a ningún evento específico actual” sino que ha sido objeto de meses de consideración y estudio.
Sí responde a la necesidad de adaptarse a un “entorno de seguridad cambiante y a las crecientes amenazas de potenciales adversarios”, según subrayó el subsecretario de Defensa para la Política Espacial, John Plumb.
“Estados Unidos tiene la responsabilidad” de seguir evaluando y desplegando sus capacidades para poder defenderse de potenciales ataques y asegurar también la defensa de sus aliados, añadió.
La Administración Nacional de Seguridad Nuclear se encargaría de esta producción de esta nueva bomba que según el comunicado daría al presidente de Estados unidos “opciones adicionales” para poder llegar a objetivos de largo alcance.
La nueva bomba reemplazaría algunas de las B61-7 que quedan en las reservas.
Según Plumb, la B61-13 “supone un paso razonable para afrontar los retos de un entorno de seguridad altamente dinámico, y además de proveer de una mayor flexibilidad no supondrá aumentar el número de armas de la reserva nuclear”.
Por Agencia