Un extesorero de Hugo Chávez que se convirtió en uno de los colaboradores más estrechos de Washington en las investigaciones sobre corrupción en Venezuela recuperó el miércoles su libertad, de acuerdo con su abogado y la Oficina Federal de Prisiones.
Se trata de Alejandro Andrade Cedeño, quien en octubre recibió una reducción del 65 % de su condena original de diez años de prisión. Se había declarado culpable y fue condenado en octubre 2018 por haber participado en una asociación ilícita para lavar más de 1.000 millones de dólares de sobornos, reseñó AP.
“Como residente legal de Estados Unidos, hoy finalmente estará en compañía de su querida familia y feliz de haber cumplido con su sentencia y obligaciones con el gobierno estadounidense”, expresó a The Associated Press el abogado de Andrade, Michael Díaz. “Espera tener un poco de paz y tranquilidad”. No ofreció detalles de dónde vivirá.
Andrade permanecía detenido desde febrero de 2019 y de acuerdo con el sitio de la Oficina Federal de Prisiones, el 16 de febrero salió de la Institución Correccional Federal de Loretto, en Pensilvania.
El exfuncionario venezolano, quien ascendió de guardaespaldas a tesorero del expresidente Chávez, es el testigo más importante que ha tenido hasta ahora Estados Unidos para investigar la corrupción del gobierno del fallecido mandatario venezolano.
Andrade se mudó al sur de la Florida después de dejar su cargo en el gobierno de Chávez. Vivía en una mansión rodeada de caballos en Wellington, una zona ubicada al noroeste de Miami conocida por sus actividades hípicas. Su hijo participaba en campeonatos ecuestres de salto.
Había pagado una fianza de un millón de dólares para mantenerse libre, al comienzo de su proceso judicial, pero fue encarcelado tras su sentencia. Durante cerca de 11 meses su caso permaneció en secreto, a pesar de que el exfuncionario había declarado culpable en diciembre de 2017.
Con el fin de conseguir una condena leve selló un acuerdo de culpabilidad con la fiscalía, en el que se comprometió a colaborar en otras investigaciones. A través de ese pacto entregó más de 260 millones de dólares en efectivo y activos a las autoridades, incluyendo una mansión en la playa en Palm Beach, vehículos lujosos, caballos que luego fueron subastados, y relojes Rolex.
A raíz de su colaboración con los fiscales, el gobierno estadounidense presentó acusaciones contra otros aliados de Chávez, entre ellos el empresario de la televisión Raúl Gorrín, que según los cargos que enfrenta habría pagado millones de dólares a funcionarios de su país para que le ayudaran a adquirir los derechos de operaciones cambiarias a tasas sobrevaluadas.
Gorrín, que ha negado su participación en negocios corruptos, está prófugo de la justicia estadounidense.
Por Agencia