La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, lamentó este jueves en una sesión de Naciones Unidas que el Consejo de Seguridad de dicha institución no está prestando la «atención que merecen» a los rehenes capturados por Hamás desde el 7 de octubre.
«Seamos sinceros, el Consejo de Seguridad (de Naciones Unidas) no ha prestado la atención que merecen los rehenes (del 7 de octubre). No cedamos ahora, hay que seguir trabajando para que sean liberados», aseguró Thomas-Greenfield, reseñó EFE.
Estas afirmaciones llegaron en una reunión organizada por el propio EEUU bajo la ‘Fórmula Arria’, un proceso de consultas informales en el Consejo de Seguridad que, en esta ocasión, estuvo copatrocinada por las misiones permanentes en la ONU de Israel, Reino Unido, Francia, Canadá, Italia o España, entre otros.
La representante estadounidense se refirió a la toma de los 250 rehenes en suelo israelí -de los que 125 siguen privados de libertad- por parte del grupo islamista palestino como «una táctica cobarde de expandir el miedo, presionar a los Gobiernos e imponer una agenda basada en el terror».
«El primer objetivo ahora es que regresen, pero luego habrá que impartir justicia y rendir cuentas con aquellos que han considerado que las vidas humanas son una herramienta de negociación para sus fines, así como aquellos que los han financiado», añadió Thomas-Greenfield.
La sesión continuó con el testimonio de varios rehenes israelíes liberados, y algún familiar de las víctimas, que criticaron la violación al derecho internacional que supone la toma de rehenes y compartieron públicamente sus traumáticas experiencias.
«En este tiempo el apoyo a Israel se ha convertido en apatía e incluso en odio», expresó Ayelet Samerano, madre de Yonatan, un joven de 21 años secuestrado y posteriormente asesinado, según su progenitora, por «un trabajador social de UNRWA» (aunque ese extremo no se ha demostrado).
Por su parte, los representantes diplomáticos de Reino Unido y Francia coincidieron en su condena «lo más enérgicamente posible» al ataque de 7 octubre en los kibutz del sur de Israel e instaron al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a que también lo hiciera en esos términos.
El secretario general de Naciones Unidos, António Guterres, condenó el pasado 25 de octubre el ataque perpetrado por Hamás señalando igualmente que las acciones de la facción más radical del grupo islamista tenían detrás un contexto de continuos enfrentamientos y «no vinieron de la nada». Estas declaraciones suscitaron una enorme indignación en el Gobierno israelí.
Hamás asesinó a 1.200 personas y secuestró a 253 rehenes el 7 de octubre, según los recuentos israelíes. Los ataques lanzados por Israel como represalia en la Franja de Gaza han matado ya a más de 35.000 personas, de acuerdo a las autoridades sanitarias de Gaza, en cifras que la ONU ha considerado creíbles.
Por Agencia.