jueves, noviembre 21

«Educar a los jóvenes» sobre Holocausto de sinti y romaníes

El sinto Christian Pfeil dando un discurso conmemorativo el 2 de agosto de 2022 en el antiguo campo de exterminio Auschwitz-Birkenau.Imagen: Jarosław Praszkiewic./Dokumentations- und Kulturzentrum Deutscher Sinti und Roma

Madres, niños, ancianos y enfermos fueron llevados la noche del 2 de agosto de 1944 a las cámaras de gas del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau. Solo esa noche, los nazis asesinaron a unas 4.300 personas, episodio conocido también como el porraimo, el genocidio perpetrado por el régimen nazi alemán contra los sinti y los romaníes en Europa.

Mediante gases y fusilamientos, hambre, trabajos forzados, enfermedades y experimentos médicos, la Alemania nazi asesinó a hasta 500.000 personas de la minoría más grande de Europa.

Memoria del Holocausto de los sinti y los romaníes

En 2015, la Unión Europea estableció el 2 de agosto como el Día Europeo de Conmemoración del Holocausto de los sinti y los romaníes. La próxima cita, celebrada a 80 años de la noche del genocidio, reunirá a políticos, sobrevivientes y miembros de eso grupos étnicos.

«Muchos todavía no saben de la persecución de los sinti y los romaníes bajo el nacionalsocialismo. Por eso, para mí es muy importante participar en este día y contribuir a mantener vivo el recuerdo de las víctimas», señala Bärbel Bas, presidenta del Bundestag, quien acudirá a la cita en representación de Alemania.

Sobreviviente: «Rezo para que esto no se repita»

Christian Pfeil, de 80 años, cuenta a DW cómo sobrevivió al genocidio del pueblo gitano sinti-romaní siendo un bebé, junto con sus padres y hermanos. Pfeil es sinto y habla de esto «siempre que puede» en escuelas, en el Día de la Memoria del Holocausto, en Nueva York, en las Naciones Unidas, en Berlín, Bruselas y en el Memorial de Auschwitz-Birkenau: «Espero que las futuras generaciones aprendan de la historia y rezo para que no se repita», afirma.

«Tendencias racistas hay en toda Europa», advierte. El antiziganismo es la forma de racismo contra los sinti y los romaníes. Su mensaje para los jóvenes: «Defiendan la democracia y opónganse firmemente al antiziganismo, el antisemitismo y el racismo. Visiten los memoriales y los lugares de persecución y vean, por ustedes mismos, lo que la gente vivió».

Christian Pfeil habló ante las Naciones Unidas en Nueva York el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, en enero de 2024. Imagen: Bianca Otero/ZUMA Wire/IMAGO

 

Nacimiento en un gueto: hambre, frío y violencia

La familia de Christian Pfeil fue sacada por la fuerza de su casa un 16 de mayo de 1940. Fue deportada de Tréveris (Trier) a un campo de recogida en Colonia, y luego enviada a la Polonia ocupada. Como Pfeil nació en 1944, sus familiares le contaron que pasaban hambre y sufrían por los duros trabajos forzados. El padre de Pfeil era músico, y recibía las sobras de comida de los soldados de la SS, las fuerzas nazis, después de sus celebraciones.

No había ropa ni pañales para el bebé Christian Pfeil. Su madre lo llevó a trabajar envuelto en trozos de tela y lo acostaba a su lado en la nieve. En el campo, los nazis mataban a los niños que lloraban. Su madre le decía: «Prefiero que mueras congelado conmigo a que esta gente horrible te mate».

«Segunda persecución» tras el fin de la guerra

“Fue un milagro que hayamos sobrevivido”, es el título con el que la asociación AG Frieden invitó a una conferencia de Christian Pfeil en su ciudad natal, Tréveris, en abril de 2024. La sala estaba llena hasta el último asiento y muchos no pudieron entrar. Dos estudiantes del la escuela secundaria Auguste Viktoria Gymnasium de esa ciudad están sentados en el podio con Christian Pfeil. A principios de año, ambos alumnos visitaron el Memorial y Museo de Auschwitz-Birkenau.

Yannic Lange, de 17 años, cuenta a DW que esa fue una experiencia formativa. Menciona los objetos personales de los presos, los zapatos, la ropa, los lentes, pero sobre todo la habitación en la que hay montañas de pelo cortado: «¿Quién no se pone a llorar allí? Uno se ve embargado por las emociones, y eso es algo que no se olvida más.» En su lugar de nacimiento, Tréveris, los estudiantes conocen al sobreviviente del genocidio perpetrado contra los sinti y romaníes Christian Pfeil y escuchan el informe acerca de las penurias por las que pasó su familia.

Tras ser liberados por el Ejército Rojo de la Unión Soviética, la familia Pfeil regresó a Tréveris. Pero la discriminación y la persecución no terminan en 1945. Sus parientes estaban gravemente enfermos y no podían trabajar. La familia dependía de las ayudas estatales.

Los responsables de su deportación durante la época nazi seguían trabajando como empleados en las administraciones, y tenían que pedirles ayuda a ellos. Pfeil acompañaba a su padre a menudo porque este era analfabeto. «Los decepcionaba que siguiéramos vivos», recuerda.

Alemania reconoció recién el genocidio del pueblo gitano en 1982. En 2022, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, habló de la «segunda persecución» tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, por las injusticias que sufrieron, y pidió perdón.

Antiziganismo y ataques neonazis

Cuando joven, Pfeil era cantante y abrió un local exitoso para músicos, y más tarde, un restaurante. Pero en los años 90, el canal alemán Südwestfunk emitió una película en la que él cantaba una canción contra la dictadura nazi en idioma romaní (con subtítulos en alemán): «‘Gran Alemania, Heil Hitler’ : Nunca más».

Luego de eso, Pfeil comenzó a recibir amenazas de muerte por teléfono. Luego su restaurante fue vandalizado con dibujos de esvásticas. Tras reparar los daños y volver a abrir, un segundo ataque lo destruyó todo. Posteriormente, abrió y dirigió una posada en el campo. Más tarde regresó a Tréveris, donde fue nombrado ciudadano honorario en 2024.

A pesar de que mucho ha cambiado desde los años 90, cada vez hay más incidentes antiziganos. El Centro de Denuncia e Información Antiziganista (MIA) registró más de 1.200 casos en 2023, casi el doble que el año anterior. En 2024, una familia sinti de Tréveris denunció la presencia de esvásticas en su puerta.

Christian Pfeil anima a los jóvenes a conocer más sobre la historia de los sinti y los romaníes en Europa. Imagen: Sascha Höhn

«Tenemos que educar a los jóvenes»

Karola Fings, historiadora del Centro de Investigación del Antiziganismo de la Universidad de Heidelberg, dice a DW que hay «muy poca investigación» sobre la persecución de sintis y romaníes. Por eso, ella dirige el proyecto internacional «Enciclopedia del genocidio nazi de los sinti y los romaníes en Europa», que publica en internet artículos sobre escenarios de crímenes, trayectorias y persecuciones en el Viejo Continente, tanto en alemán como en inglés. La experta espera que el 80 aniversario sea un motivo para terminar con los déficits en torno a la investigación.

En tanto, Christian Pfeil dice que, ya sea en Auschwitz, Nueva York o Tréveris: «El extremismo de derecha está aumentando. Tenemos que oponernos. Tenemos que educar a los jóvenes», alerta.

¿Qué mensaje se llevan los jóvenes? Yannic Lange responde que “deberíamos mantenernos comprometidos e informados y, por supuesto, deberíamos ir a votar”, indica. Y concuerda con el llamdo de Christian Pfeil: «Sólo hay que prestar atención a cómo se desarrolla la sociedad. También hay que asegurarse de contribuir con nuestra parte para lograr que ese desarrollo sea el correcto».

Por: Agencias