Los preocupantes pronósticos que se manejan sobre el precio del dólar para el cierre de 2022 evidencian la inestabilidad que se espera en el mercado cambiario. Los escenarios oscilan entre proyecciones mínimas de alrededor de 10 bolívares y máximas que alcanzan 17 bolívares por dólar en diciembre.
Así lo señala Asdrúbal Oliveros, socio director de Ecoanalítica, quien dijo al Diario La Verdad de Vargas que la estimación de la consultora apunta que, igualmente, 71% de las transacciones en la economía se realizará en moneda extranjera al final del año.
«En realidad, el mercado cambiario es una verdadera caja negra, de la cual el único dato que se conoce es el precio».
Para tener una idea clara de por qué se producen las fluctuaciones, a veces erráticas, no se dispone de datos claves, como las cantidades negociadas o los montos del circulante en divisas en la economía”.
¿Por qué el dólar es y será imparable?
El economista y exministro Víctor Álvarez, en declaraciones al Diario La Verdad de Vargas, resume los elementos del problema. “Es previsible que las tasas de cambio, tanto la oficial como la paralela, sigan subiendo sin límites».
En primer lugar por la escasez de divisas. Hay que recordar que las exportaciones petroleras aportaban 96 % de las divisas que entraban al país.
«Ya sabemos cuál es la situación de la industria petrolera en la actualidad. El país pasó de producir poco más de 3.300.000 de barriles diarios a menos de 500.000. Los precios no son los mismos, y eso nos marca una situación de escasez de divisas”.
¿Y qué está haciendo el BCV?
Oliveros explica que ante la precariedad financiera del gobierno, el Banco Central de Venezuela (BCV) tiene solo tres herramientas para hacer política cambiaria: “Controlar la emisión de dinero circulante, mantener restringido el encaje legal bancario e inyectar divisas en efectivo a las mesas cambiarias del sistema bancario”.
Por otra parte, mantiene un coeficiente de encaje legal bancario de 85 %. Lo que significa que los bancos deben congelar, en sus cuentas en el BCV, 85 bolívares de cada 100 que reciben en depósitos.
Básicamente, el encaje legal lo que hace es retener liquidez a la banca, por lo tanto, la deja sin recursos suficientes para el otorgamiento de créditos.
César Aristimuño, especialista en el sector bancario, declara que esto es «una limitación que atenta contra el crecimiento de la economía, que disminuye el volumen de bolívares disponibles. Lo que en teoría debe reducir la inflación«.
El bolívar no desaparecerá, pero no estará solo
Los economistas consultados coinciden en que es muy difícil, al menos en un plazo mediano, que el gobierno logre recuperar la antigua solidez del bolívar.
Si no fuera por razones políticas e ideológicas que imponen mantener la circulación de la histórica moneda venezolana, los expertos creen que desaparecería como un dinosaurio en medio de la digitalización de la economía.
En consecuencia, el escenario monetario más probable para Venezuela es un entorno multimoneda, donde el bolívar sea un actor más con algunas ventajas institucionales.
“Es importante y no descabellado que, en un entorno con un manejo responsable y diferente de la política económica, el Estado tenga una moneda propia. Independientemente del nombre, pero la dolarización no va a desaparecer, lo que va a ocurrir es que vamos a un entorno multimoneda”, sostiene Oliveros.
Por: Agencia