Aun cuando la cartera de crédito ha registrado un crecimiento de un 80%, para ubicarse en $1.300 millones, representa apenas 1,4% del PIB y resulta insuficiente para las necesidades de la economía, cuando lo óptimo es que estuviera al menos en un 12% del PIB, es decir entre $12.000 y 13.000 millones.
El planteamiento lo formula el presidente de la Confederación Venezolana de Industriales, Luigi Pisella, al recordar que el crédito en Venezuela se encuentra muy restringido debido a las políticas de encaje legal que mantiene el Gobierno a través del Banco Central de Venezuela, lo que se ha convertido en un serio escollo que ha impedido el crecimiento del sector manufacturero, que presenta un decrecimiento de – 6,7%, de acuerdo con los resultados de la encuesta de coyuntura del organismo gremial.
Asegura que es imprescindible la revisión de esta política, de manera que el crédito pueda llegar al consumidor y llegue de una manera más sólida a todo lo que la industria, el comercio ya todo el aparato productivo.
En torno a las expectativas del año 2024, confía en que con la flexibilización de las sanciones, el Estado va a obtener mayores ingresos, por cuanto va a poder vender el petróleo sin los descuentos, lo que implica que tendrá un mayor flujo de caja, con ingresos superiores de alrededor de un 40% en los ingresos; pero adicionalmente a eso está planteado que se aumente la producción petrolera, señalando que esto razonablemente va a estabilizar la inflación, el tipo de cambio y que haya mayores actividades económicas.
“Si estos escenarios se mantienen durante todo el año, la industria nacional y en Conindustria estimamos que podamos crecer un 10% el año 2024”.
Recuerda Pisella que todos los sectores de la industria no se comportan igual, recordando que el sector tiene un decrecimiento de 6,7% acumulado, hay sectores que sí han crecido como alimentos, madera y papel, maquinarias y electrónica; mientras que otros están por debajo, señalando que lo que se espera para el año que viene, es revertir de una manera progresiva todos los demás sectores que están en negativo, que tienen decrecimiento, tratar de apuntalarse, para lo cual es fundamental el tema del financiamiento.
Estima que para el cierre del 2023, la industria tendrá un crecimiento cero, afirmando que uno de los factores que más les ha afectado es la importación de productos terminados sin pagar tributos, lo que les ha quitado un nicho del mercado que es fundamental, pero no solo a la manufactura, porque quita puestos de empleo y recuperación del poder adquisitivo.
Pisella calificó como incongruente, que mientras se importa el 40% de los bienes que consume el venezolano, la industria mantiene una capacidad ociosa cercana al 65% .
Asimismo señaló que solo incrementando la producción nacional se podrá continuar incrementado el salario de los trabajadores venezolanos, que ha registrado un aumento del 5% al pasar en promedio de $189 a $199, señaló Pisella en La Romántica, 88.9 FM.
Por: Agencia.