La nueva carrera espacial está en marcha, con cada vez más actores involucrados, y el papel de Europa será crucial para “intensificar y acelerar el uso del espacio para la humanidad” en la próxima década, indicó en una entrevista con EFE el director general de la Agencia Espacial Europea (ESA, en inglés), Josef Aschbacher.
El ejecutivo visitó esta semana el Reino Unido con motivo del Salón Aeronáutico de Farnsborough (suroeste de Londres), uno de los más importantes del sector, donde la ESA anunció una mayor colaboración con las instituciones británicas y el impulso de su principal centro de innovación en el país en materia de comercialización y telecomunicaciones espaciales. Reseña EFE en su nota de prensa.
Aschbacher, que calificó al Reino Unido como un “miembro muy fuerte” dentro de la Agencia, valoró el esfuerzo del nuevo gobierno laborista de Keir Starmer de estrechar las relaciones con Europa continental, y, si bien afirmó que todavía es temprano para juzgar su compromiso en materia espacial, también confesó que sus primeras interacciones bilaterales con el Ejecutivo británico fueron “muy positivas”.
A nivel global, el sector aeroespacial crece anualmente entre un 8 % y un 10 % y en la actualidad tiene un valor estimado de 450.000 millones de dólares (414.837 millones de euros), pero “alcanzará el billón de euros en la próxima década”, vaticinó el directivo europeo.
“Cada euro invertido en un programa de la ESA tiene un beneficio que retorna a los ciudadanos europeos multiplicado por siete o por diez”, añadió.
“El papel de la ESA es construir una economía espacial potente en Europa y mi trabajo como director general es asegurarme de que nuestros programas estimulan la economía y generan industria en todos los Estados miembro”, expresó Aschbacher, consciente de que el Viejo Continente no es el único participante en esta carrera espacial.
Liderazgo europeo
En la actualidad, más de 80 países poseen satélites o han lanzado sus propios cohetes al espacio exterior, a los que se suman empresas privadas como SpaceX o Boeing, que durante el mes de junio enviaron sus naves Spaceship y Starliner, respectivamente.
“Nuestra industria espacial es extremadamente competente y se desarrolla de forma adecuada, pero la competencia internacional está creciendo cada vez más y no podemos dormirnos en los laureles”, advirtió el director general de la ESA, que destacó el liderazgo de Europa en disciplinas como la observación terrestre, la navegación o los programas meteorológicos.
“Tenemos uno de los mejores sistemas de observación del mundo, Copernicus, construido junto a la Unión Europea; pero también el programa Galileo, que tiene la señal de navegación más precisa del mundo”, y al final de la década, Europa aspira a ser punta de lanza también en acción climática, defendió.
El espacio en nuestro día a día
Según Aschbacher, el espacio abarca más allá de la luna o las misiones galácticas, y sus infraestructuras están integradas en nuestro día a día: “Sin la tecnología espacial, nuestra vida no funcionaría de la misma manera”.
De hecho, el directivo destacó que el uso de la inteligencia artificial (IA) es y será vital en la labor de la ESA, donde ya entrenan al algoritmo para sus misiones futuras como Hera, que enviará una sonda al espacio el próximo mes de octubre para “reconocer, navegar y evitar colisiones” con asteroides.
“Necesitas a la IA para tomar decisiones sobre el terreno, porque no podemos mandar las señales de vuelta a la Tierra y después al asteroide o al satélite, lleva mucho tiempo y no puedes maniobrar”, explicó.
El pasado 9 de julio, la ESA consiguió uno de sus mayores hitos con el exitoso lanzamiento del cohete Ariane 6, que, después de cuatro años de retraso y complicaciones iniciales -que incluyen la pandemia del Covid-19 o la guerra de Ucrania-, supuso el regreso autónomo de Europa al espacio tras más de un año de interrupción.
“Es algo de lo que Europa y los europeos pueden estar muy orgullosos y España ha sido un gran socio en este programa”, aseveró Aschbacher.
El papel de España
Tras el Ariane 6, que ya tiene a su sucesor en desarrollo, las reglas del juego cambian para Europa y la ESA, que ya ambiciona con construir nuevas lanzaderas con la ayuda de empresas como la alicantina PLD Space; o con llegar a la Luna, primero con el robot Argonaut en 2031 y después con astronautas como los españoles Pablo Álvarez o Sara García.
España es la quinta potencia más importante de la ESA y, a juicio de su director, “la industria española ha madurado mucho en los últimos años y se está convirtiendo en un gran aliado europeo”, sobre todo, por su liderazgo en la construcción y el desarrollo de satélites o por la labor del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC), situado en la Comunidad de Madrid.
“Espero que este crecimiento de los últimos años siga progresando y que no se interrumpan las inversiones que se han hecho en el pasado. Pero no solo en España, sino en todos los Estados miembro”, concluyó Aschbacher.
Por: Agencias