El hombre que inspiró la película “Hotel Ruanda” fue condenado el lunes por cargos de terrorismo y se le sentencia a 25 años en prisión en un juicio que grupos de derechos humanos y críticos del represivo gobierno de Ruanda describieron como un acto de venganza.
Paul Rusesabagina, a quien se le atribuye haber salvado a miembros de la etnia tutsi durante el genocidio de 1994 en Ruanda y recibió la Medalla Presidencial a la Libertad que otorga el gobierno de Estados Unidos, boicoteó el anuncio del veredicto después de asegurar que no anticipaba justicia en un juicio al que describió como una “farsa”.
El residente de Estados Unidos y ciudadano belga fue condenado por nueve cargos, incluyendo la formación de un grupo armado ilegal, pertenecer a una organización terrorista, financiar a un grupo terrorista, asesinato y secuestro. Fue procesado junto con otras 20 personas.
Las circunstancias en torno al arresto de Rusesabagina el año pasado, su acceso limitado a un equipo legal independiente y los reportes de deterioro de su estado físico han atraído la atención internacional sobre el hombre de 67 años que salió de Ruanda en 1996.
Rusesabagina, quien permanece detenido, ha asegurado que su arresto fue en respuesta a sus críticas hacia el presidente Paul Kagame, sobre supuestos abusos a los derechos humanos. El gobierno de Kagame ha negado en reiteradas ocasiones que vaya tras disidentes con arrestos y asesinatos extrajudiciales.
El fallo del lunes se produjo más de un año después de que Rusesabagina desapareció durante una visita a Dubái, Emiratos Árabes Unidos, y días después apareció esposado en Ruanda, acusado de apoyar al brazo armado de su grupo de oposición, el Movimiento Ruandés para un Cambio Democrático. La agrupación se atribuyó ataques en 2018 y 2019 en el sur del país, en los que murieron nueve personas.
“Desde el día que fue secuestrado sabíamos que el veredicto sería de ‘culpable’ en algunos o en todos estos cargos falsos. Nos complace que la haya concluido esta charada de juicio”, dijo la familia de Rusesabagina en un comunicado.
Una integrante de su equipo de abogados, Kate Gibson, añadió que “lo único que sorprende al ver este espectáculo de horror durante el último año ha sido el descaro y la franqueza con que las autoridades de Ruanda han estado dispuestas a violar sistemáticamente todos los derechos de Paul a un juicio justo”.
Por Agencia