Es común que los niños tengan momentos en los que su comportamiento está fuera de control. Pueden gritar, correr de un lado a otro, hacer ruidos sin parar, negarse a esperar su turno y chocarse con todo lo que los rodea. En otras ocasiones, pueden estar distraídos, sin prestar atención a nada ni terminar la tarea que comenzaron.
Sin embargo, para algunos niños, estas conductas cotidianas son algo más que un problema ocasional. Los chicos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen problemas de comportamiento que son tan frecuentes y graves que pueden interferir con su capacidad de vivir una vida normal. Por ejemplo, a los niños con TDAH a menudo se les hace difícil llevarse bien con sus hermanos o con otros chicos en la escuela, y aquellos que tienen problemas para prestar atención, generalmente, padecen dificultades para aprender, reseñó Infobae.
El doctor Gustavo Finvarb, médico especialista en psiquiatría infantojuvenil, pediatra y neonatólogo (UBA), psicoanalista, miembro adherente de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), explicó que los chicos con TDAH, por ejemplo, no pueden terminar las tareas en el colegio, poseen un tiempo de atención muy corto y no pueden concentrarse, por lo que todas estas conductas influyen de forma negativa para el aprendizaje. “Por otro lado, al ser hiperactivos, no paran de moverse y hacer cosas, y estas son acciones que contribuyen también a tener problemas en lo social, en la escuela o en las relaciones”, señaló el además ex jefe de la unidad Salud Mental del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y médico consultor de Salud Mental en la misma institución.
Por Agencia