San José tuvo un lugar clave en el origen de la fe católica: según las sagradas escrituras Dios le encomendó la responsabilidad de ser el padre adoptivo del Niño Jesús y el esposo de la Virgen María.
Es por eso que se lo celebra y recuerda cada 19 de marzo como el custodio de la Sagrada Familia ya que tuvo el privilegio de ser una de las figuras bíblicas más cercanas a Jesús.
En los evangelios según San Mateo y San Lucas se brindan algunos datos biográficos: San José probablemente habría nacido en Belén, luego se trasladó a Nazareth y dedicó su vida al trabajo manual: su oficio pudo haber sido de carpintero o albañil.
Por su dedicación San José también fue tomado como modelo del trabajador. De hecho, además del Santoral del 19 de marzo, la Iglesia Católica definió el 1° de mayo la fiesta de San José Obrero, el patrono de los trabajadores.
Se celebra esta fecha de mayo desde 1955, momento en que fue instituida por el Papa Pío XII, ante un grupo de obreros convocados en la Plaza San Pedro del Vaticano.
No se sabe cómo fue ni cuándo el momento de su muerte. Hay varias hipótesis, algunas señalan que falleció después de que Jesús cumplió doce años, también se ha dicho que siguió a Cristo como uno de sus discípulos. Otras fuentes ubican su deceso antes de las bodas de Caná.
Pese a la poca certeza sobre su final no quedan dudas acerca de su importancia en los relatos fundacionales del catolicismo. Y su recuerdo, cada 19 de marzo, sigue intacto en los fieles de todo el mundo.
Sin embargo, varios países europeos (como Francia o Reino unido) y la mayoría de países latinoamericanos, adoptaron la fecha estadounidense, por lo que actualmente festejan el Día del Padre el tercer domingo de junio, y tomaron el 19 de marzo para la celebración del Día del Hombre que internacionalmente es el 19 de noviembre.
Venezuela, Colombia, Honduras y Bolivia son algunos de los países en los que el 19 de marzo se celebra en Día del Hombre.
Por Agencia