
Desde Petare, en el estado Miranda, llegó a Isnotú Edgar Blandin para agradecer los favores recibidos de parte del doctor José Gregorio Hernández.
Su fervor por la intercesión del Médico de los pobres no es nueva. Su primera labor milagrosa se dio cuando le dio vida a su hijo que nació cuando apenas había transcurrido el quinto mes de gestación.
Hoy ya hecho hombre, el que vino al mundo con pocas esperanzas de vida está robustecido y desde el exterior trabaja por su bienestar.
Además, Blandin con la voz entrecortada cuenta su historia muy personal. Hace un año se sometió a una operación de cateterismo para resolver sus problemas cardiacos. Acudió al beato trujillano para pedirle su ayuda y prometió que estaría allí para agradecer el favor.
Arribó al estado Trujillo la noche del viernes y este sábado estaba a primera hora en el altar del Beato haciendo sus ofrendas.
Cuenta que esta semana se organizó la peregrinación en la comunidad y fue uno de los primeros en sumarse al viaje para estar allí, y así agradecer por todo lo que le ha dado el santo trujillano.
Además, llegó cargado con la fe de que José Gregorio Hernández, como intercesor de la voluntad de Dios, le dará sanación a su prima Dolores Trujillo, que está quebrantada de salud en estos momentos.
«Mil gracias le doy y siempre estaré con él«, señaló para terminar de contar su experiencia con el santo venezolano.
Por: Edgar Bolívar / Foto: Lizaura Noriega

