La luz de la moto no se apagó tras la caída. El cuerpo de Efraín Ceballos quedó sobre un terreno irregular, de arena y piedras. A ese punto no ha llegado el asfalto. Sus piernas quedaron sujetas al vehículo a dos ruedas en el que se trasladaba. Recibió cerca de cinco disparos, que le segaron la vida de inmediato.
Ceballos, de 47 años, era mototaxista. Transitaba la calle 10 de Las Comunas de Ureña cuando fue sorprendido por un ataque a tiros que no le dio chance de nada. El ciudadano era conocido por muchos. Pertenecía a la cooperativa Ureña Express. El gremio aún no sale del asombro y de la consternación.
Era viernes 12 de abril. El reloj marcaba las 8:10 p.m. cuando el padre de dos niños y residente del barrio San Isidro fue asesinado, aparentemente por integrantes de un grupo irregular. El panfleto que le dejaron sobre su humanidad, permite presumir eso. Las autoridades investigan.
«AUCV (Autodefensas Unidas de Colombia y Venezuela) presente. Fuera la guerrilla. Att: La Línea». Esa frase estaba escrita en el papel arrugado que dejaron sobre el cuerpo sin vida de Ceballos, quien tendría presuntos vínculos con la guerrilla, indica la nota de La Nación.
«Es preocupante lo que pasó el viernes. Vuelve el miedo a la zona. Dios quiera y no se desate una ola de crímenes en la ciudad», manifestó un ciudadano cuya identidad no quiso revelar. «Uno en esta ciudad no puede estar hablando de estos temas. Es delicado», subrayó.
Ureña, en los últimos meses, estaba arropada por una tranquilidad que se vio interrumpida con el asesinato del mototaxista. Atrás había quedado la ola de ataques con granadas que tenía bajo la zozobra y en vilo a la mayoría de los habitantes del municipio fronterizo.
Llegaron las autoridades
Los primeros en arribar, según testimonios de vecinos, fueron los funcionarios del Cuerpo de Bomberos de la ciudad. Ellos, al ver que el hombre no tenía signos vitales, avisaron a los otros organismos de seguridad ciudadana, sobre todo al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) para el levantamiento del cadáver.
CICPC, Guardia Nacional Bolivariana (GNB), PoliTáchira y Policía Nacional Bolivariana (PNB) arribaron al sitio a los minutos. Pocos residentes se atrevieron a salir de sus casas. Había una mezcla de miedo y conmoción.
Despliegue
Este sábado 13 abril en Ureña se llevó a cabo un despliegue de seguridad con los diversos organismos. Un gran número de uniformados realizaron un operativo tras el asesinato del mototaxista.
La idea es evitar que se reporten otros hechos de esa índole y dar con los responsables del crimen.
Por: Agencia