
El Gobierno de Trinidad y Tobago declaró este viernes el estado de emergencia en el país debido a la presencia de «una red criminal coordinada y peligrosa que opera desde el sistema penitenciario nacional».
La firma de la proclamación por parte de la presidenta trinitense, Christine Kangaloo, responde a la recomendación formal hecha por el comisionado de la Policía, Allister Guevarro, que por ahora no incluye un toque de queda.
El comisionado de la Policía informó en un comunicado que personas encarceladas están utilizando activamente «redes internas y externas para planificar y ejecutar ataques contra figuras clave de los sectores de la seguridad nacional y la justicia».
Según las nota, estos esfuerzos no son aislados, sino que representan «una campaña estructurada que involucra a múltiples entidades criminales» cuyos objetivos incluyen altos oficiales de Policía, personal de la Fiscalía General y funcionarios del servicio penitenciario.
Un factor clave que ha facilitado esta amenaza ha sido el tráfico no autorizado de dispositivos celulares a los centros penitenciarios, lo que ha permitido las comunicaciones cifradas y la coordinación en tiempo real entre los presos y agentes criminales externos.
La financiación de estas operaciones proviene de diversas actividades violentas y delictivas organizadas, como robos de gran valor, allanamientos de morada a mano armada, extorsión, secuestro e infiltración en contratos y programas financiados por el Estado, agregó la Policía.
Debido a que estas actividades superan la capacidad de contención de las medidas de seguridad convencionales, se recomendó la declaración del estado de emergencia como «una respuesta estratégica integral e inmediata para salvaguardar la estabilidad nacional y proteger a los funcionarios públicos».
El estado de emergencia faculta a las fuerzas del orden para iniciar acciones de contención rápidas, fortalecer la coordinación interinstitucional y desplegar recursos adicionales con la autoridad necesaria para neutralizar la amenaza.
Se ha establecido un Grupo de Respuesta a Amenazas de alto nivel, integrado por diversas ramas de las fuerzas del orden y se han tomado medidas inmediatas como el traslado estratégico y la reubicación de personas clave encarceladas, con el fin de desestabilizar las estructuras de mando e impedir una mayor coordinación.
Además, las unidades policiales ya han iniciado operaciones específicas, abiertas y encubiertas, que continuarán hasta que se neutralice la amenaza.
La Policía señaló que estas medidas extraordinarias son necesarias para «preservar el orden público, restablecer la confianza en la seguridad nacional y garantizar la estabilidad del país».
Por ello, instó a la ciudadanía a mantener la calma, cooperar con las directivas de las fuerzas del orden y denunciar cualquier actividad sospechosa a las autoridades competentes.
Trinidad y Tobago sufre una escalada de la violencia y la criminalidad con cifras récord de homicidios, que en 2024 ascendieron a 620 casos.
Por: EFE

