jueves, noviembre 21

Decenas de muertos en Gaza por los bombardeos israelíes la víspera del Ramadán

El ejército israelí bombardeó de nuevo el domingo la Franja de Gaza, causando decenas de muertos, la víspera del Ramadán y en plena movilización internacional para enviar ayuda humanitaria a la población al borde de la hambruna.

Un primer barco cargado con ayuda está listo para zarpar desde la isla de Chipre, en el marco de un corredor marítimo humanitario anunciado por la Unión Europea, rumbo al enclave palestino, asolado tras más de cinco meses de guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás.

Antes del Ramadán, el mes de ayuno sagrado musulmán que empieza el lunes o el martes, nada parece indicar que se alcanzará un acuerdo de tregua en el conflicto, que ha dejado por el momento 31.045 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según Hamás.

Según las autoridades del movimiento islamista, en el poder en Gaza desde 2007, al menos 85 palestinos murieron en las últimas 24 horas, en más de 60 bombardeos nocturnos en el centro y el sur del enclave, sobre todo en Jan Yunis.

Al menos 13 personas fallecieron por un obús que cayó sobre tiendas de campaña de desplazados en Al Mawasi, entre Jan Yunis y Rafah, precisó el ministerio de Salud de Hamás.

El ejército israelí informó de una treintena de combatientes palestinos muertos en las últimas horas en el centro de Gaza y en Jan Yunis.

La guerra estalló el 7 de octubre, con el ataque sin precedentes de comandos de Hamás en suelo israelí, en el que murieron unas 1.160 personas, sobre todo civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos israelíes. Unas 250 personas fueron secuestradas y 130 siguen cautivas en Gaza, de las que 31 habrían fallecido, según las autoridades israelíes.

Israel prometió «aniquilar» a Hamás y lanzó una campaña militar contra el enclave palestino.

El asedio total impuesto por Israel ha provocado una catástrofe humanitaria en el territorio y, según la ONU, 2,2 millones de los 2,4 millones de habitantes están al borde de la hambruna.

Alimentar con agua

Según el ministerio de Salud de Hamás, 25 personas, la mayoría niños, han muerto por malnutrición y deshidratación.

«Alimento a mi hija con agua, agua, para que no se muera. No me queda otra«, dice una madre en la ciudad de Gaza, Barak Abhar, con su bebé llorando en los brazos.

Israel deja entrar la ayuda humanitaria al territorio con cuentagotas, desde Egipto, que tiene la frontera cerrada.

Varios países occidentales y árabes han lanzado desde el aire paquetes con comida y material médico.

La UE y Estados Unidos, principal aliado de Israel, anunciaron el viernes que preparaban un corredor marítimo desde la isla de Chipre, situada a unos 370 km de Gaza.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que esperaba que zarparía el domingo un primer barco cargado por dos oenegés con 200 toneladas de comida.

Laura Lanuza, portavoz de la oenegé española Open Arms, que trabaja para este proyecto junto a la oenegé estadounidense World Central Kitchen (WCK), fundada por el cocinero español José Andrés, dijo el sábado que las autoridades israelíes habían inspeccionado la carga.

WCK «ya tiene a personas en Gaza» y está «construyendo un embarcadero» para descargar la ayuda, añadió.

Más daño que ayuda

Un navío de apoyo logístico del ejército de Estados Unidos zarpó del país con material para instalar un embarcadero temporal en Gaza. Su construcción podría demorar unos 60 días, según el Pentágono.

La ONU, que ha advertido que una hambruna generalizada es «casi inevitable» en el territorio, insiste en que las entregas de ayuda por aire o mar no pueden sustituir a las terrestres.

Esta ayuda pasa por Rafah, en la frontera con Egipto. En esta localidad se hacinan cerca de 1,5 millones de personas, según la ONU, la inmensa mayoría desplazados que viven en condiciones miserables, en busca de comida y agua.

El presidente estadounidense, Joe Biden, volvió a criticar el sábado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Netanyahu «daña más que ayuda a Israel» dijo el mandatario durante una entrevista con la cadena MSNBC el sábado.

«Tiene el derecho de defender a Israel, el derecho de seguir persiguiendo a Hamás«, afirmó, pero «debe prestar más atención a las vidas inocentes que se están perdiendo».

El dirigente israelí está también bajo una fuerte presión en su país, donde una parte de la opinión pública reclama un acuerdo de tregua para liberar a los rehenes.

Miles de personas se manifestaron el sábado en Tel Aviv para exigir su dimisión, con gritos de «¡Elecciones!¡Ahora!» y «¡Vergüenza al gobierno!«.

Por: Agencia