El gobierno británico reconoció el viernes haber cometido un error durante la evacuación de su embajada en Kabul, después de que un periodista del Times encontrara allí datos de varios miembros del personal afgano que podían correr riesgo de represalias.
Mientras acompañaba a una patrulla talibán, el reportero halló en el suelo, cerca de “las cenizas de una barbacoa en un patio de la embajada”, los “nombres, direcciones y números de teléfono” de empleados afganos, pero también de candidatos que decían haber trabajado anteriormente para las fuerzas occidentales.
Algunas de esas personas, contactadas por The Times utilizando los datos hallados a mediados de agosto, fueron evacuadas desde entonces, pero al menos “tres empleados afganos y ocho miembros de sus familias, incluidos cinco niños” habían quedado bloqueados fuera del aeropuerto desde donde se realizan las salidas.
Desde entonces fueron encontrados y evacuados, pero aún se desconoce la suerte de dos candidatos. Este episodio revela, según el periódico, la profunda “falta de profesionalidad” característica de la “respuesta británica a la crisis afgana”.
A raíz de estas informaciones, el ministerio de Relaciones Exteriores británico reconoció el viernes que había cometido un error, aunque dijo haber “trabajado incansablemente para garantizar la seguridad de quienes trabajan para él”.
“Durante la retirada de nuestra embajada, se hizo todo lo posible para destruir el material sensible”, aseguró un portavoz.
“Llegaremos al fondo del asunto”, prometió el ministro de Defensa, Ben Wallace. “Está claro que no hemos sido lo suficientemente buenos, es así de sencillo”, reconoció.
“El primer ministro hará preguntas, tenemos que entender, con razón, cómo ha ocurrido esto”, añadió.
La comisión parlamentaria encargada de los asuntos exteriores anunció la apertura de una investigación. “Ya nos han llegado algunas pruebas”, dijo su presidente, el diputado conservador Tom Tugendhat.
“La destrucción de material sensible y la evacuación segura de la embajada deberían haber sido una prioridad absoluta”, fustigó la diputada laborista opositora Lisa Nandy, afirmando que “este incidente plantea preguntas sobre qué estaba haciendo exactamente el gobierno en las horas previas a la caída de Kabul”. AFP
Por Agencia