Parte del informe policial perteneciente al sumario explica que Daniel Sancho, en sus primeras declaraciones tras haber sido formalmente detenido y donde reconoció el asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta, aseguró a la policía que antes de la llegada del cirujano colombiano al apartamento número 5 del complejo hotelero Bougain Villas había preparado todo el espacio para acometer su plan plastificando suelos, paredes y todo el mobiliario con los cientos de metros de papel transparente que adquirió el día anterior en los almacenes de Koh Phangan.
Con este dato se vendría a demostrar que tras el macabro suceso prácticamente no existieran restos de sangre de Arrieta en toda la villa, ya que Daniel reconoció que plastificó toda la estancia a una altura de más de dos metros, lo cual también habría ayudado a dejar el espacio impoluto. Además, todo el cambio de parecer de Sancho, que se produjo a partir de su tercera declaración, primera ante el juez, donde aseguró que ambos se pelearon ya que Arrieta intentó violarle, no habría tenido el más mínimo valor durante el juicio que se celebró el pasado mes de abril dado el informe policial perteneciente al sumario que explica, con pelos y señales, las explicaciones del acusado de cómo lo organizó todo.
Tras esta información, y asumiendo que Daniel aseguró que tenía la habitación preparada para acometer su plan, se deduce que Edwin debió estar vivo un máximo de media hora y consciente sólo unos segundos, que fue el tiempo que le debió dar a cruzar el umbral de la puerta, preguntarse qué hacía toda la estancia plastificada y comenzar a ser golpeado.
En el informe policial también se incide en que, aunque Daniel aseguró a la policía que tras recoger a Edwin se fueron juntos a tomar copas, a comer y a una playa, quedó demostrado que nada de esto es cierto ya que no existe una sola prueba captada por alguna de los cientos de cámaras de seguridad de la isla que sin embargo sí le grabaron en multitud de ocasiones llegando al hotel Bougain Villas con Arrieta y saliendo a solas con bolsas de deporte. Ninguno de los trabajadores de los negocios donde Sancho dijo haber estado bebiendo o comiendo con Edwin dijo haberlos visto jamás.
Según fuentes de tribunales tailandeses, algo que molesta a los jueces sobremanera es comprobar cómo las versiones de los hechos se modifican varias veces dejando en evidencia que el acusado mintió al menos en una o varias ocasiones, algo que no sólo trata de entorpecer el caso, sino que deja en muy mal lugar al reo sobre todo si es extranjero.
Por Agencia