Un grupo de 18 custodias de la cárcel más grande de Gran Bretaña, HMP Berwyn ubicada en Gales, fueron despedidas luego de que se descubrió que desde hace seis años cuando se inauguró la prisión mantenían relaciones amorosas con algunos de los reclusos con los que compartían fotografías eróticas, además de tener amoríos dentro de las instalaciones de la considerada cárcel de “lujo” que ofrece comodidades a los prisioneros tales como teléfonos celulares, computadoras y televisores.
De las 18 guardias carcelarias, tres terminaron en los tribunales de justicia acusadas de tener “comportamientos ilícitos”. Una de ellas, Jennifer Gavan, fue señalada de aceptar 150 libras esterlinas para pasar un teléfono de contrabando a la celda de uno de los prisioneros identificado como Alex Coxon quien fue procesado al ser acusado de robo, reseñó El Heraldo.
Con Coxon, Gavan siguió manteniendo una relación cercana con él al descubrir que compartían fotografías eróticas a través de WhatsApp. Ante ese escenario, la otrora custodia Jennifer Gavan fue declarada culpable por mala conducta por lo que fue sentenciada a pasar solo ocho meses en la cárcel, mientras que otras dos colegas suyas también fueron encarceladas.
Una custodia tuvo un hijo con un preso
Emily Watson y Ayshea Gunn también fueron encarceladas después de tener relaciones amorosas con prisioneros. Watson mantuvo un amorío con un traficante de drogas llamado John McGee, el cual fue condenado a pasar ocho años en la cárcel al causar la muerte “por conducción peligrosa”. Asimismo, la custodia Gunn tuvo un romance con el ladrón armado Khuram Razaq con el que también compartió imágenes “altamente sexualizadas”.
El presidente de la Asociación de Oficiales de Prisiones, Mark Fairhurst, culpó de las relaciones amorosas que se presentaron en la prisión de “lujo” HMP Berwyn, a la contratación del “tipo de mujer equivocado”, dijo citado por The Mirror:
“El personal que se contrata no tiene entrevistas cara a cara… todo se hace en Zoom. Muchas personas que obtienen estos trabajos no tienen suficiente experiencia de vida y son susceptibles al condicionamiento de los presos. Sus cifras solo prueban lo que hemos estado advirtiendo al empleador durante años”, indicó.
Por Agencia