Un equipo dirigido por investigadores suizos anunció el lunes que creó la primera pierna robótica con “músculos artificiales” hechos de bolsas rellenas de aceite, que permiten saltar sobre distintas superficies.
El estudio, publicado por la revista Nature Communications, incluye un vídeo en el que se ve a la pequeña pierna robótica saltando en pasto, arena y piedras, reseñó AFP.
Los investigadores esperan que su técnica sirva para crear robots humanoides capaces de realizar “tareas domésticas aburridas”, declaró Robert Katzschmann, coautor del estudio.
El equipo se inspiró en los 600 músculos que usa el cuerpo humano para crear un robot que sea capaz de caminar y saltar de manera fluida. Para ello, utilizamos “músculos artificiales”, que también se conocen como actuadores electrohidráulicos.
Estos músculos se asemejan a pequeñas bolsas de congelación, unidas a los huesos metálicos de la pierna robótica. Estas estructuras rellenas de aceite y equipadas con electrodos, se contraen y relajan, imitando el movimiento de un músculo.
Los robots humanoides se construyen habitualmente con motores y articulaciones metálicas rígidas similares a las que se utilizan en las cadenas de montaje industriales, explicó Katzschmann, profesor de robótica en la escuela politécnica federal de Zúrich.
Pero estos robots industriales son demasiado pesados, y por tanto peligrosos, y demasiado caros para su uso en el hogar. Un robot doméstico debería ser capaz no sólo de transportar cargas, sino “también de dar un abrazo o estrechar la mano”.
La técnica del músculo artificial tiene la ventaja de consumir menos energía que un motor tradicional cuando se dobla la rodilla del robot, indica el estudio.
También permite que se utilice la pierna en terrenos difíciles con mayor agilidad, según los investigadores. La pierna presentada en el estudio es capaz de saltar 13 centímetros, es decir, el 40 % de su altura.
Pero de momento sólo puede realizar esta hazaña en círculo, ya que está conectada a un eje alrededor del cual gira. Aún no es posible crear un robot humanoide impulsado en su totalidad por músculos artificiales.
Pero Katzschmann cree que la producción en serie de músculos artificiales, facilitada por el bajo coste de sus componentes, podría acelerar los avances futuros.
Por Agencia