domingo, diciembre 22

Conozca la historia de la venezolana que alquiló cinco veces el vientre en Colombia

La gestación subrogada o alquiler de vientres es una práctica común y frecuente. Se trata, de acuerdo con la experta en Bioética, Angelica Bernal, de una pareja o una persona que acude a una clínica de fertilidad para hacer cualquier técnica de fecundación in vitro y buscan una mujer que pueda gestar durante nueve meses a un bebé que se convertiría en su hijo.

La mujer que es gestante por sustitución hace más de 10 años. La llamaremos Patricia, es una venezolana, enfermera pediatra de profesión, y que trabajó en una clínica de fertilidad. “Me empapé mucho del tema, me interesó mucho porque me gusta saber que podemos ayudar a otras personas, en este caso a otras parejas que por una u otra razón no pueden ser padres”, contó, reseñó Noticias RCN.

Esta mujer gestó cinco bebés desde entonces y en todos los casos, recibió una compensación. “Al principio siempre me han dado mil, 2 mil dólares, y al final mil dólares, pero durante el proceso me ayudan con mis hijos, le regalan mercado, a mi familia, porque es un año y medio en el que estoy comprometida con el proceso, no puedo trabajar, no puedo tener relaciones sexuales, no puedo estar con otras personas, no puedo limpiar, salir a hacer mercado”, explicó.

De acuerdo con la información obtenida por este noticiero, hay mujeres que cobran de 6 mil a 10 mil dólares por todo el proceso, la mitad al empezarlo y el resto al finalizar.

La experta aseguró que lo que se conoce del tema es que existen intermediadores que exigen unas comisiones muy altas y unos corretajes por conseguir a la gestadora o a los padres comitentes.

¿Qué dice la legislación?

El hecho de que en el país no exista una norma ley que regule dicha práctica, permite que muchas clínicas tengan costos elevados, “Hay chicas que subrogan sin tener la más mínima idea del caso, por la necesidad del dinero, hay chicas que después de ser subrogadas se pierden con los bebés y no los quieren entregar, como padres o madres que contratan a una madre para tener un solo hijo y si se da un embarazo múltiple después no lo quieren recibir y esos niños quedan abandonados”, dijo Patricia.

Sobre esto, Bernal opinó que en el país existe un vacío jurídico frente al tema, pues el alquiler de vientres no está permitido, pero tampoco prohibió, y “esto está generando el aumento de casos de turismo reproductivo”.

Alquiler de vientres en otros países

En países como España, esta práctica es prohibida y penalizada en muchos casos con cárcel. La norma indica que esto atenta con la mujer, su dignidad y promueve la mercantilización de su cuerpo.

En cambio, en otras naciones como Canadá es una actividad permitida, bajo condiciones específicas que evitan que se convierta en una práctica lucrativa y con el fin de ayudar primordialmente a quienes por diversos problemas no pueden concebir.

Finalmente, en la opinión de Bernal es necesario regular el tema en aspectos como: la gestadora por sustitución, la compensación económica, la responsabilidad en caso de riesgos físicos o psicológicos para las mujeres y los casos de bebés con malformaciones.

Por Agencia