El Congreso de Brasil aprobó este miércoles la creación de una comisión que investigue los actos golpistas del pasado 8 de enero en Brasilia, cuando miles de bolsonaristas irrumpieron por la fuerza en los principales edificios institucionales de la capital.
«El presidente del Senado y del Congreso Nacional, el senador Rodrigo Pacheco, leyó en la sesión del Congreso Nacional el requerimiento de autoría del diputado André Fernandes (Partido Liberal) para la creación de una comisión parlamentaria mixta sobre los actos del 8 de enero en Brasilia, cuando los edificios de los tres poderes fueron invadidos y vandalizados», informó el Senado en una nota oficial.
Pacheco pidió a los líderes de todos los partidos con representación en las dos cámaras que indiquen a los integrantes de la comisión conforme a la regla de proporcionalidad (habrá 16 diputados y 16 senadores y la comisión durará seis meses).
En un principio quien presionaba a favor de una comisión de investigación era la base aliada del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), para difundir la idea que el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue negligente e incluso que habría izquierdistas infiltrados en el asalto, dando alas a una teoría de la conspiración sin ninguna comprobación hasta la fecha.
No obstante, el Gobierno cambió de postura y empezó a ser favorable a esta comisión desde hace unos días, tras la dimisión del entonces jefe del gabinete de Seguridad Institucional del gobierno Lula, Marco Edson Gonçalves Dias.
Dias apareció en unas imágenes de una cámara de seguridad del Palacio del Planalto (sede de la presidencia) en una actitud tibia con los bolsonaristas invasores, junto con subalternos que incluso les saludaban de forma amigable.
El video provocó su salida del Gobierno y la sospecha de que uno de los principales órganos de seguridad del país todavía estaba tomado por funcionarios afines a la ultraderecha.
La comisión parlamentaria que ahora arranca no tiene poder de condenar a nadie.
La última comisión de este tipo se instaló para investigar la gestión que el expresidente Bolsonaro hizo de la pandemia de covid-19, y aunque produjo un denso informe y le acusó de decenas de delitos, en la práctica no hubo ninguna consecuencia concreta, más allá del desgaste en su popularidad.
Por: Agencia