La junta directiva y la Comisión de Cuidado de la Vida, Justicia y Paz de la Conferencia Venezolana de Religiosas y Religiosos fijan posición en “esta hora crucial para nuestra patria”. Lo primero es “felicitar al pueblo venezolano por la gran demostración de civismo y espíritu democrático manifestado” en las elecciones presidenciales del 28 de julio.
También se solidarizan con “las legítimas demandas que nuestro pueblo viene haciendo ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para acceder a la información del 100 por ciento de las actas escrutadas, y, de esta manera, conocer de forma transparente los resultados de dicha contienda electoral”, reseñó Hispano Post.
Al respecto, advierten en un comunicado hecho público este martes 30 de julio que el acceso a la información pública es un derecho ciudadano amparado por la Constitución Nacional (Art. 294) y la Ley del sufragio (Art. 156).
Tercero, hacen un llamado a la población a “no dejarse envolver o caer en actos de violencia”; y sostienen que la protesta pacífica es un derecho humano consagrado en el artículo 60 de la Constitución venezolana y “un recurso importante en la construcción de paz”. “Bienaventurados los que construyen la paz porque serán llamados hijos de Dios” (Mt. 5,9), citan en el comunicado.
Aseveran que “una auditoria experta e independiente contribuiría a la verdad y la paz social”; y, como cuarto punto, exhortan a las fuerzas del orden público a “no reprimir ni disparar contra el pueblo soberano (Const. Art. 68), por el contrario, le pedimos garantizar el derecho a la protesta (Const. Art. 68), a la integridad física y la vida (Const. Art. 332).
“La ciudadanía merece respeto y acceso a la verdad. Recuerden ‘hay que obedecer a Dios antes que a los hombres’ (Hech. 5,29) y el mandato de Dios dice: ‘No matarás’ (Ex. 20,13)”, agregan.
Para concluir, señalan: “Oramos por los heridos y muertos ayer en las jornadas de protestas y, ofrecemos a familiares y amigos nuestras condolencias, y, exhortamos a la calma y la cordura para evitar más daños y derramamientos de sangre entre hermanos”.
“A los pies de Nuestra Señora de Coromoto encomendamos a nuestro país y nos confiamos en su Hijo Jesucristo que nos dice ‘he venido para que tengan vida y vida en abundancia’ (Jn. 10,10)”.
Por Agencia.