El Fiscal General de la República, Tarek William Saab, reveló que Carlos Lanz fue raptado y posteriormente asesinado por una banda criminal que encabezó su actual esposa Maxiosirol Cumare, directora del Inces – Aragua, que creó y articuló una red que permitiera salir del dirigente político que se oponía a sus actos de corrupción en el ente del estado.
Saab expuso a la opinión pública los hechos en una rueda de prensa dada este miércoles en la sede de la Ministerio Público luego que se desencadenara la investigación que se había hecho un nudo difícil de resolver luego que se denunciara la desaparición de Lanz, ocurrida el 8 de agosto de 2020.
Aseveró Saab que Glenn Castellanos, amante de Cumare y con pasado criminal, delató toda la trama homicida luego que diera una declaración inconexa con respecto a los hechos ocurridos el día de la desaparición de Lanz.
Ante los acuciosos interrogatorios por parte de los fiscales determinados a la investigación a este no le quedó otra opción que exponer todos los hechos.
Según Castellanos, Cumare decidió contratar a unos sicarios para que mataran, con la condición que «nunca apareciera el cadáver» de Lanz, quien había descubierto sus acciones corruptas en el Inces de Aragua, de la cual era su directora, y de donde obtuvo ganancias con los proveedores.
Uno de los negociantes aliados de Cumare era el dirigente sindical Tito Viloria, quien resulta parte importante del plan macabro porque fue él quien sacó a Lanz de su domicilio en Maracay, estado Aragua, haciéndole creer que se reunirían con un grupo de milicianos en Mariara, estado Carabobo, para enfrentar un presunto movimiento sedicioso en contra del gobierno nacional.
En el relato de Castellanos, él se encarga de encontrar a los asesinos a través de un pran de la cárcel de Tocorón, este grupo recibe la cantidad de cinco mil dólares, mientras que por los favores realizados Cumare le paga a él tres mil dólares.
Los homicidas, identificados como José Antonio Pinto Moreno y Hely Enrique Pinto Moreno, interceptan el carro de Viloria en la Autopsita Regional del Centro, haciendo creer que se trata de un secuestro y se llevan amordazado y maniatado a Lanz hasta el estado Cojedes, específicamente a la finca La Fortaleza, propiedad de Viloria.
Allí el capataz, de nacionalidad colombiana de nombre Elis Becerra, quien conocía de todo el plan, cavó una fosa para enterrarlo el día viernes 7 de agosto en horas de la noche, en un potrero, ubicado cercano a otra propiedad.
Hasta el lugar, trasladan a Lanz donde le indican que le ha llegado la hora y le manifiestan que se arrodille pero ante la negativa del dirigente revolucionario, le disparan a quema ropa en la sien derecha. Luego le disparan nuevamente en la cabeza para confirmar su tarea.
Dado que la orden era la de desaparecer el cadáver, los asesinos deciden descuartizarlo sobre un plástico evitando dejar rastros, los homicidas directos, es decir, los hermanos Pinto Moreno, utilizando machetes y el capataz Becerra con un cuchillo, convierten en trozos el cadáver y en unos 45 minutos unos nueve cochinos que se encontraban en el lugar se comen los restos de Lanz.
Las investigaciones desarrolladas de manera conjunta por el Grupo de Operaciones Estratégicas (GOES), el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) permitieron determinar con la prueba luminol el relato de Castellanos sobre los lugares del asesinato. Asimismo otras actividades de campo ubicaron un pedazo de la camisa que portaba Lanz ese día que fue hallada en los predios de la finca.
Estos detalles escalofriantes de los hechos fueron expuestos en un vídeo por Castellanos el cual fue presentado por el fiscal Saab en su presentación a los medios de comunicación.
Las acusaciones
Saab detalló las imputaciones que realizará la Fiscalía a los actuales incriminados por este caso que se quiso distraer como un caso de negligencia por parte del Ministerio Público que no ofrecía detalles en concreto de la investigación.
También indicó que durante este lapso se realizaron más de 200 actuaciones fiscales que refutan la tesis de que se estaba trabajando.
En cuanto a las imputaciones señaló que Maxiorisol Cumare, conocida como Mayi Cumere, y quien era la esposa de Lanz, y además la presunta coautora del crimen se acusará de sicariato, asociación para delinquir, corrupción y simulación de hecho punible.
A Glenn Castellanos se le acusará de sicariato, asociación para delinquir y simulación de hecho punible.
Al sindicalista y proveedor del Inces, Tito Viloria, lo imputaran por sicariato, asociación para delinquir, concierto para celebración de contratos y simulación de hecho punible.
En relación con Elis Becerra, el capataz de a finca La Esperanza, será señalado de sicariato y asociación para delinquir.
Sobre José Antonio Pinto Moreno y Hely Enrique Pinto Moreno, como autores materiales de este plan los imputarán por sicariato y asociación para delinquir.
Con respecto a Zaida Suárez, miembro del circulo de amistades corruptas de Cumare, la imputaron por sicariato, asociación para delinquir, concierto para celebración de contrato y simulación de hecho punible.
A Darwin Zambrano (pareja de la hijastra), Oliver Medina (amante de la pareja de Lanz) y Maryuri Acevedo (doméstica) fueron imputados por encubrimiento y simulación de hecho punible.
De igual modo, Diego Atehortua (amigo del cuñado) fue imputado por encubrimiento.
Alyeska Berenice Gil Cumare (hijastra) y Abyayala Esperanza Lanz Cumare (hija) fueron imputadas por encubrimiento y simulación de hecho punible.
Siguen las investigaciones
Tarek William Saab señaló que las investigaciones en cuanto al crimen se cierran pero queda pendiente determinar como se desarrollaba la corrupción en el Inces – Aragua por parte de Cumare, y que fue el detonante para que ella generar todo el plan para desaparecer a Carlos Lanz, ya que este conocía de los manejos en contra del erario público de su pareja.
Aseguró que un denominado Comité de Búsqueda y Liberación de Carlos Lanz, donde participaban algunos de los señalados, y que formaba parte de la trama de Cumare, siempre se oponía a las diligencias de la Fiscalía y menospreciaba sus actuaciones públicamente.
Incluso de forma privada señalaban que llevarían el caso de la desaparición de Carlos Lanz ante instancias internacionales porque presumían que el estado venezolano estaba detrás de la misma.
Por: Redacción Sucesos