lunes, noviembre 18

Comienza el escrutinio en las elecciones de Chile

Comienza el escrutinio en las elecciones de Chile

Pasadas las 20, hora local (00 GMT), cerraron los comicios en Chile tras la “mega elección” nacional de dos días, que definirán a los futuros concejales, alcaldes, Gobernadores Regionales, y a los 155 Convencionales Constituyentes que redactarán una nueva Constitución para el país, que sustituirá la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet y que buscará garantizar las demandas de equidad y bienestar que reclamó la sociedad en los últimos tiempos.

Las autoridades destacaron que el orden de los resultados será el siguiente. En primer lugar, se contarán y se entregarán los correspondientes a la elección de los Convencionales Constituyentes. Esta es considerada “la madre de todas las elecciones” del sufragio nacional que se desarrolla este fin de semana.

En segundo lugar, se contarán los votos y se entregarán los resultados de los Gobernadores Regionales, quienes vienen a reemplazar a los actuales Intendentes Regional, y que por primera vez serán elegidos mediante voto popular.

Los resultados de los alcaldes serán los terceros en ser comunicados, mientras que los concejales ocuparán el último puesto de prioridad de entrega de votos. Se espera que todo este procedimiento termine tarde, pues la cantidad de votos y de papeletas son altas.

Las autoridades sanitarias instaron a la sociedad a no celebrar en grupo los resultados de los megacomicios constituyentes para mantener el respeto a las restricciones por el coronavirus. La subsecretaria de Salud, Paula Daza, afirmó que “no habrá permisos especiales” para que los chilenos salgan a festejar dado que la mayor parte del país se encuentra en cuarentena total los fines de semana.

“Ayer vimos actos de responsabilidad y de rigurosidad de las personas respetando las medidas sanitarias y el distanciamiento físico”, agregó la funcionaria.

Los chilenos eligieron entre 1.373 candidatos para integrar la Convención Constitucional, entre ellos actores, escritores, profesores, activistas sociales, abogados y también políticos tradicionales.

La anterior Carta Magna, redactada durante la era Pinochet (1973-1990), se considera como el origen de las desigualdades sociales en Chile.

El sábado, más del 20 % de los 14,9 millones de electores dieron su voto voluntario en la primera jornada de estos comicios, que por la pandemia se realizó en dos días tras ser postergados por cinco semanas, desde el 11 abril, ante una nueva ola de coronavirus.

En el desglose del voto por regiones y comunas, había una importante diferencia en la afluencia de votantes en los sectores más acomodados y más conservadores, marcadamente mayor que en zonas más pobres. Por ejemplo, en las comunas de Vitacura, Las Condes y Lo Barnechea, quienes rechazaron cambiar la constitución en el plebiscito del 25 de octubre del año pasado, la participación se alzó entre el 30% y el 40% aproximadamente.

Por ese motivo, el Gobierno volvió a llamar a la comunidad para que se acerque a votar.

“Si hay baja votación hoy, no se podrá culpar a la oferta, que es la más extensa y diversa desde retorno a la democracia. Tenemos que reconocer que existe abstencionismo estructural, endémico. Toda una generación que ya no está ni ahí”, planteó en Twitter el académico de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes.

El ex presidente de Chile, Ricardo Lagos, deslizó este domingo la idea de que el voto ya no debiera ser voluntario, sino obligatorio: “En esta Constitución tenemos que corregir algo importante, que el derecho a voto sea una obligación, es lo menos que puede pedir un país”.

Aún así, el Gobierno chileno mantiene sus expectativas de que el número total de votos de estas “mega elecciones” superen los 7 millones.

17 lugares de la Convención Constituyente está reservados para los 10 pueblos originarios (REUTERS/Juan Gonzalez)

La reforma constitucional fue la forma en que el sistema político chileno encontró para encauzar las masivas manifestaciones que estallaron el 18 de octubre de 2019, dejando una treintena de muertos y daños millonarios en el comercio y el mobiliario público.

Casi un mes después del comienzo de esas protestas, cuando varios edificios ardían en Santiago, las fuerzas políticas anunciaron un acuerdo para llamar a un plebiscito para decidir sobre el cambio de la Constitución, que finalmente se celebró el 25 de octubre de 2020.

Un abrumador 80 % apoyó la opción “Apruebo” al cambio constitucional en un día que culminó con masivas manifestaciones. El 20 % que se decantó por el “Rechazo” se concentró en las tres comunas más ricas de Chile.

“Vengo (a votar) con la expectativa de que podamos lograr un cambio para el país, que podamos construir una Constitución nueva muy distante de aquella Constitución que nos dejó la dictadura”, dijo Guillermo Guzmán, un arquitecto de 57 años, a la agencia AFP.

Además de los constituyentes, los chilenos votaron por alcaldes, concejales y, por primera vez, gobernadores regionales, en otro paso hacia una sociedad más participativa.

El proceso constitucional marca, además, la primera vez en el mundo que una Constitución se escribirá por personas elegidas de forma paritaria. También hará historia al reservar 17 lugares en la convención para los 10 pueblos originarios.

El sábado votó más del 20 % del electorado (REUTERS/Pablo Sanhueza)

La esperanza del mundo político es que el proceso constituyente -que tendrá una duración de nueve meses, prorrogable por una única vez por tres meses- logre pasar la página a la larga transición política que se abrió una vez que Chile recuperó la democracia en 1990.

Nunca antes los chilenos habían tenido la oportunidad de participar en la redacción y votar por una nueva Constitución, la que, según diversos sondeos, esperan que les garantice varios derechos sociales, como el acceso a la salud, la vivienda o la educación.

Una encuesta de la empresa Criteria, difundida por el diario La Tercera, mostró el sábado que un 63 % de los chilenos confían en que el resultado de la nueva Constitución tenga “consecuencias positivas para el país”. Una minoría siente temor, sin embargo, de que pueda derivar en una Constitución muy izquierdista, que cambie radicalmente el modelo económico ultraliberal y político de Chile.

Por Agencia