El derrame de combustible en aguas de las islas ecuatorianas de Galápagos, causado por el hundimiento de una embarcación con dos mil galones de diésel, no representa una importante afectación para el ecosistema de ese frágil archipiélago, indicó el domingo la dirección de la reserva natural.
Acciones desplegadas por diversas entidades y pobladores «han permitido que el siniestro no represente afectaciones importantes a los ecosistemas insulares y marinos del archipiélago», señaló en un comunicado el Parque Nacional Galápagos (PNG).
«Sin embargo, la autoridad ambiental mantendrá activos los protocolos y monitoreo permanente sobre las zonas afectadas», agregó.
El sábado la nave de turismo «Albatros», que estaba sin pasajeros y que llevaba unos 2.000 galones de diésel, se hundió frente a Puerto Ayora, capital de la isla Santa Cruz, dejando una «mancha superficial de combustible en varios puntos de la bahía» Academia, según autoridades.
Se tomaron «acciones inmediatas para reducir los impactos de este en los ecosistemas marino-costeros», anotó entonces el ministerio del Ambiente.
El PNG informó el domingo que de acuerdo a un informe presentado por el armador de la nave, la rotura de una tubería sería la posible causa del siniestro.
«La evaluación submarina realizada por el operador presume que aún existe combustible en el interior», añadió.
Galápagos, ubicado a 1.000 km frente a la costa y con 198 mil km2 de zona marina protegida, posee flora y fauna únicas en el mundo como las gigantes tortugas de las que toma su nombre. Declarada Patrimonio Natural de la Humanidad, es un importante punto de atracción para turistas nacionales y extranjeros.
Ante el incidente, las actividades turísticas en Puerto Ayora y alrededores fueron suspendidas, aunque fueron reanudadas el domingo de manera progresiva, indicó el Parque Nacional Galápagos.
En Puerto Ayora está la sede y centros de reproducción de animales en cautiverio del PNG.
En diciembre de 2019 se hundió en la isla San Cristóbal una barcaza que contenía unos 600 galones de diésel, provocando un derrame no cuantificado que no afectó a ninguna especie, según el gobierno.
Pero en 2001 el buque «Jéssica», de bandera ecuatoriana, naufragó frente a Puerto Baquerizo Moreno (capital de San Cristóbal) con una carga de unos 240 mil galones de combustible que se derramaron, generando un grave problema ambiental que afectó a varias islas.
El archipiélago de Galápagos, cuyo frágil ecosistema es parte de la reserva mundial de la biosfera, sirvió de laboratorio natural al científico inglés Charles Darwin, autor de la teoría sobre la evolución de las especies.
Por: Agencia