Un problema que no tenía Colombia, le apareció con las legislativas del 13 de marzo: dudas sobre la transparencia de su sistema electoral luego del fiasco en que se convirtió el conteo de los votos de Senado y Cámara, a tan solo 70 días de unas cruciales elecciones presidenciales.
La primera protesta vino de la coalición de izquierdas Pacto Histórico al denunciar como “fraude” que en unas 29 mil mesas no le aparecía ni un solo voto, una situación a todas luces imposible no solo porque equivalen al 25 por ciento del total sino porque esa fuerza fue la más votada el domingo pasado, reseñó EFE.
Esa denuncia, y las similares de otros partidos, ponen en tela de juicio la imparcialidad de la Registraduría Nacional, entidad que organiza las elecciones, que una semana después sigue sin aclarar lo sucedido y lo atribuye a “errores” de diverso tipo mientras los analistas políticos coinciden en señalar que no se puede hablar de “fraude”.
Hasta ahora el registrador nacional, Alexander Vega, no ha dado respuestas convincentes sobre lo sucedido, lo que aumenta la preocupación sobre la rectitud de la organización electoral justo cuando el país está a días de unas elecciones presidenciales que pueden cambiar su rumbo político.
Por: Agencias / Foto: Cortesía