jueves, diciembre 25

Ciudadanos, residentes y personas fuera de EEUU reciben órdenes para autodeportarse

El fin de semana pasado, la abogada de migración Liudmila Armas Marcelo pasó escuchando, pero sobre todo calmando a muchos de sus clientes desesperados tras recibir una orden para abandonar Estados Unidos en un plazo de siete días.

El teléfono sonaba y volvía a sonar. La gente estaba casi a punto de un ataque de nervios. A una clienta le subió la presión. El hijo de otra, con problemas de salud, estaba tremendamente afectado. “La gente entró en pánico”, dice Marcelo. Lo que nunca se esperó es que a ella, ciudadana estadounidense, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) también le notificara que debía salir del país “inmediatamente por su cuenta”.

El pasado 11 de abril Marcelo recibió el mismo correo electrónico que comenzó a llegar desde días antes a las más de 936.500 personas que entraron a Estados Unidos a partir de enero de 2023 a través de la plataforma de citas CBP One, una herramienta de la Administración de Joe Biden para controlar la crisis migratoria en la frontera sur. Se trata de un correo que puede estremecer a cualquiera, sea ciudadano o no, con un tono “bien agresivo, que da mucho temor”, según la abogada.

El correo del DHS, al que tuvo acceso EL PAÍS, comienza con una línea directa, sin muchos rodeos: “Ha llegado el momento de que abandone Estados Unidos”. Luego informa que el departamento ejerce su facultad discrecional de poner fin a la libertad condicional concedida y, por tanto, a cualquier prestación del Gobierno, como el permiso de trabajo. Seguidamente, las autoridades aseguraron en la misiva que, de no salir del país, la persona podría estar sujeta a “posibles acciones de aplicación de la ley que resultará en su expulsión”. En otra de las líneas, la amenaza es más clara: “No intente permanecer en Estados Unidos: el Gobierno federal le encontrará”.

El correo empezó a aparecer en las bandejas de entrada de miles de personas a principios de abril. La misiva llegó a las dos, tres, cuatro de la madrugada. Algunos lo vieron a esa hora, otros cuando despertaron en la mañana. Marcelo dice que ella no se asustó al recibirlo, porque es una cubana naturalizada, y de inmediato pensó que podía ser “un error”. Luego supo que el mensaje no solo le había llegado a otros ciudadanos como ella, sino a personas con estatus de residente permanente, otros que estaban a punto de regularizarse, e incluso a algunos que ni pudieron entrar al país con CBP One y tuvieron que permanecer en México luego de que la nueva Administración deshabilitara la herramienta en su primer día en la Casa Blanca.

Adriana y Luis, dos cubanos de 29 años residentes de Odessa, Texas, que llegaron a Estados Unidos a través de CBP One en noviembre de 2023, recibieron el mismo mensaje que le llegó a Marcelo. Ella lo vio en la madrugada del 11 de abril y él, la noche anterior. Ambos se asustaron, pero algo les parecía raro en todo esto. Adriana está esperando su Green Card, luego de aplicar a la llamada Ley de Ajuste Cubano que le garantiza un estatus legal en el país, y él ya es residente permanente desde hace unos meses. “Me sentí preocupado, que pudo haber sido una equivocación del sistema”, cuenta Luis. En medio de la incertidumbre, de inmediato contactaron a su abogada. “Le mandé el correo y ella me aclaró la duda”, añade Adriana. “Ver que le ha llegado a gente que es hasta ciudadana me ha dejado más tranquila”.

No obstante, la letrada dice que la llegada de este correo de manera arbitraria a tantas personas ya ha traído consecuencias y es algo “imperdonable”. “No se tomaron el trabajo de ver quién era la persona, si efectivamente entró a Estados Unidos, si está en el país de modo ilegal o ya son residentes”, asegura. “Yo estoy esperando alguna explicación por parte del [Gobierno], pero hasta ahora no ha llegado nada. No sé si están esperando a que algunos entren en pánico y se vayan”, añade.

 

Por Agencia